Los síntomas de triglicéridos altos no son evidentes hasta tanto, el
aumento de triglicéridos en la sangre ha ocasionado daños, generalmente
irreversibles, en los diferentes órganos y sistemas. Por tal razón, la
forma de evitar males mayores es estar atentos a los primeros síntomas
de estas enfermedades secundarias.
El aumento de las grasas en sangre, ya se trate de colesterol o de triglicéridos altos, a menudo es definido como uno de los enemigos silenciosos que pueden llegar a afectar al organismo.
La razón es que este signo, fácilmente detectable en un simple análisis de sangre, puede tardar meses y hasta años de evolución, hasta que aparezca un síntoma, en general grave. De allí que se tienda a afirmar que los triglicéridos altos no producen síntomas.
Esto es una verdad a medias. La consecuencia directa por la que los triglicéridos altos en sangre provocan enfermedad es el aumento de depósitos grasos en las paredes de las arterias, proceso conocido con el nombre de arterioesclerosis. Estos depósitos terminan por obstruir los conductos arteriales, pudiendo producir pequeños y grandes infartos en diferentes partes del cuerpo.
Sin embargo, la señal de alarma generalmente no se hace presente, hasta tanto no se produce un infarto de miocardio o un accidente cerebrovascular, episodios severos que, en no poco casos, conducen irremediablemente a la muerte. Antes que eso ocurra, hay síntomas que te pueden alertar acerca de la posibilidad de que tus triglicéridos altos estén haciendo estragos en tu organismo.
Estos síntomas tienen que ver precisamente con la obstrucción del flujo sanguíneo y se manifiestan como hinchazón y adormecimiento de brazos y piernas, o incluso dolor, mareos o pérdidas del equilibrio, visión borrosa, dificultades para respirar, sensación de ahogo u opresión en el pecho, entre los más habituales. No ignores estas señales, ya que acudir al médico a tiempo, puede ser la delgada línea que separa la vida de la muerte.
Fuente: innatia