Los mitos son persistentes porque cuentan con la fuerza de la tradición
y se alimentan de la nostalgia por las voces, los olores y los sabores de la
infancia.
Tampoco son del todo falsos
Están elaborados con partes iguales de fantasía, creencias y saberes.
Pero, aunque parezcan inofensivos, pueden ser peligrosos en materia de
alimentación porque se vinculan directamente con la salud. Le cabe a la ciencia
la responsabilidad de ir revisando estas creencias para ponerlas en su lugar,
porque ya desde la antigua civilización china se equipara alimentación con
remedios: "La salud y la enfermedad -decían- entran por la boca". Hoy
se sabe que sin sopa hubiésemos crecido igual de sanos, que es importante en
toda dieta el plato de fideos y que un vaso de jugo de pomelo puede engordar
más que comer una banana. Pero también se sabe que toda dieta saludable
dependerá de cada persona, de si es hombre o mujer, y del momento de la vida en
que se encuentre. Aquí, se revisa un centenar de mitos a la luz de los más
recientes descubrimientos de la ciencia.
1.- El apio y las nueces son afrodisíacos. No está comprobado.
Numerosas culturas de la antigüedad creyeron ver la causa del deseo sexual en
las propiedades de ciertas plantas, frutas secas y raíces que tenían formas
similares a los genitales masculinos. De todos modos, hoy se sabe que las
frutas secas contienen vitamina E -denominada vitamina de la fecundidad- que a
pesar de no ser afrodisíaca actúa como estimulante del sistema reproductor: su
falta puede producir esterilidad y problemas para llevar adelante la gestación,
tal como se comprobó en animales de laboratorio.
2.- Un jugo de pomelo en ayunas quema las grasas. No, pero ayuda a
eliminarlas. Cualquier fruta cítrica que tenga fibras (kiwi, frutilla, limón,
pomelo o naranja) ayuda a que la vesícula funcione mejor, y elimine las grasas
a través del intestino.
3.- Las frituras producen acné. No está comprobado, aunque algunos
dermatólogos asocian la aparición del acné con el consumo de frituras,
chocolates y fiambres, todos estos alimentos con alto contenido de grasas.
4.- El jamón crudo es más nutritivo que el cocido. En parte sí, porque
el jamón crudo es exclusivamente carne de cerdo tratada con sal. Al jamón
cocido se le agregan aditivos, como harina que al hervirlo, absorben más agua
aumentando el peso del producto.
5.- La manzana limpia los dientes. La manzana no puede reemplazar la
pasta dental, pero al contener poco azúcar no favorece la formación de los
microorganismos que provocan las caries.
6.- El aceite es más saludable que la manteca. Sí, porque al ser de
origen vegetal los aceites no tienen colesterol. La grasa de la manteca, en
cambio, es de origen animal y por tanto tiene colesterol.
7.- Las aceitunas están prohibidas en las dietas para bajar de peso.
No. Contrariamente a lo que se piensa las aceitunas pueden usarse como
equivalentes. Por ejemplo: en lugar de usar en la ensalada una cucharada de
postre de aceite (que equivalen a10 g y100 calorías) pueden comerse 18
aceitunas. Incluso para quienes quieren limitar el consumo de sal, ya hay
aceitunas bajas en sodio.
8.- El helado es digestivo. Desde tiempos remotos se sabe que los
cítricos, y en especial el limón, son colesistokinéticos (es decir, que ayudan
a una mejor función vesicular). Así, un helado de limón después de las comidas
ayuda a que la vesícula trabaje mejor. Pero los otros helados no aportan ningún
beneficio digestivo y, en algunos casos, incluso, pueden perturbarlo.
9.- Los productos light no engordan. No necesariamente. Light o diet
significa que el producto está reducido en alguno de sus componentes: grasas,
azúcares o sales, lo cual no siempre indica que aporten menos calorías. De
cualquier forma, por más ligth que sea el producto, si se consume en abundancia
engorda.
10.- Comer zanahorias mejora la visión. Si. La zanahoria, junto con las
verduras de hoja, el zapallo y el durazno son ricos en vitamina A. Y hoy se
sabe que la carencia de vitamina A produce menor visión en la penumbra
(nictalopía).
11.- El zapallo engorda las piernas. Ningún alimento puede actuar
específicamente sobre alguna zona del cuerpo.
12.- No es bueno cenar lechón. Tanto el lechón como otros tipos de
carnes o frituras producen una digestión lenta (de 3 a 4 horas), que perturba
el descanso y provoca cansancio y embotamiento por las mañanas. Lo mejor es
comer frugalmente por las noches. De allí el refrán: "Desayunar como
reyes, almorzar como príncipes y cenar como mendigos".
13.- Después de un atracón, un día de ayuno. No. Es mejor hacer por lo
menos cuatro comidas, pero más livianas. El cuerpo recibirá así dosis
equilibradas de hidratos de carbono, proteínas, grasas, minerales y vitaminas,
y se encontrará en mejores condiciones metabólicas para quemar el tejido
adiposo. Esta es también la mejor forma de no sentir hambre y evitar las
tentaciones.
14.- La remolacha engorda porque tiene mucho azúcar. No. El mito se
basa en equipararla con la "remolacha azucarera", que no es la
comestible. Pero la remolacha común sólo tiene 10 gramos de azúcar por cada100
gramos, igual que la calabaza, la zanahoria y el zapallo.
15.- Una manzana por día aleja al médico. Sí, porque disminuye los
niveles de colesterol sanguíneo y aporta potasio, vitaminas C y E. También,
aumenta las defensas del organismo.
16.- Para broncearse hay que comer zanahorias. En parte sí, porque
tiene betacarotenos (un pigmento que hay en las verduras de color amarillo,
rojo o anaranjado y en los vegetales de hoja verde), que favorece el tostado
más amarronado.
17.- No hay que cocinar con vino. No es así. La cocción con vino tiene
sus ventajas: permite utilizar una menor cantidad de sal porque resalta el
sabor original de las comidas sin alterar su contenido calórico. Además, la
graduación alcohólica desaparece con la cocción. Y muchas veces tierniza el
alimento cocinado.
18.- La lechuga previene el cáncer. Sí. Las diferentes clases de
lechuga y verduras de hojas verdes contribuyen a disminuir el riesgo de cáncer,
en especial el de estómago. También puede reducir el riesgo de enfermedades
cardiovasculares, el infarto y las cataratas por su contenido en vitaminas C, E
y carotenos, especialmente alto en las hojas más externas.
19.- La espinaca da fuerza. Si, pero no tanto como se cree. Utilizada
en Occidente desde hace 500 años, su consumo se popularizó a partir de la
década del 50 porque una mala trascripción de un informe científico le adjudicó
diez veces más hierro del que en realidad contiene (23 mg cada 100 g) y Popeye
hizo el resto. Sin embargo, pocos saben que supera a la zanahoria en
betacaroteno, y que 3/4 de taza de espinacas cocidas proveen el 100% de
nuestros requerimientos de vitamina B6, 50% de la vitamina C, 25% de ácido
fólico y un sorprendente 300% de vitamina K. También provee hierro y potasio,
es 100% dietética, libre de grasa, y sólo aporta 23 calorías por taza.
20.- Hay que tomar por lo menos 2 litros de agua por día. Si, es
fundamental. Cuando aumenta la proporción de agua en el organismo mejora el
funcionamiento de los riñones y se incrementa la capacidad de desintoxicación y
de defensa.
21.- La lenteja es la carne de los pobres. Sí, es tan nutritiva como la
carne, pero sólo cuando se la combina con arroz, cebada o trigo. De esta forma,
todas las legumbres (lentejas, garbanzos, porotos) son una buena fuente
proteica y energética.
22.- El potasio es bueno para los hipertensos. Así es, porque regula
los niveles de líquido en el organismo y ayuda a eliminar el exceso de sodio,
evitando que suba la presión arterial. El potasio está en las frutas secas,
damascos, bananas y vegetales de hoja, preferentemente crudos, y en la papa
cocinada con su cáscara.
23.- La papa no tiene valor nutritivo. No es verdad. La papa es
riquísima en potasio, almidón y vitamina C.
24.- Un jugo de naranjas por día evita los resfríos. No los evita, pero
aumenta las defensas por las propiedades antiinfecciosas que posee la vitamina
C.
25.- Es bueno consumir yogur cuando se toma antibióticos. Sí. Los
antibióticos destruyen la flora intestinal y los lactobacilos del yogur la
reconstituyen. También son buenas las leches fermentadas o las probióticas.
26.- La pimienta es mejor que la sal. Si bien no aumenta la presión
arterial, por su alta propiedad irritante no es recomendable en personas con
problemas gástricos, hemorroidales o cuando se tienen divertículos en los
intestinos.
27.- La sal engorda. La sal no engorda, porque, al igual que las
vitaminas y los minerales, no aporta calorías. Pero sí favorece la retención de
líquidos.
28.- La fruta engorda más si se come como postre. No. Como cualquier
otro alimento, la fruta engorda sólo si se come en exceso. Por tanto, puede
ingerirse en cualquier momento del día. Es más, hoy sabemos que la vitamina C
que contiene la fruta permite, al ser comida como postre, una mayor absorción
del hierro que provee un plato de carne.
29.- Las galletitas de agua aportan menos calorías que el pan blanco.
No, las galletitas tienen grasa, por lo tanto, a igual cantidad, el valor
calórico es mucho mayor. El pan blanco tiene 280 calorías en 100 gramos, contra
420 en la misma cantidad de galletitas.
30.- La mozarella engorda más que el queso por salut. Depende de qué
mozarella y de qué por salut. El queso por salut común tiene 300 calorías cada
100 gramos, contra 250 calorías de la mozarella común. Pero el por salut
dietético (sólo existen dos marcas en elpaís) tiene sólo 200 calorías por cada
100 gramos.
31.- El té y el mate son digestivos. No está demostrado. Hay, sí, tés
de hierbas (tisanas) que colaboran en la digestión.
32.- La margarina engorda menos que la manteca. No. La margarina y la
manteca tienen prácticamente las mismas calorías. Cuando se trate de margarinas
untables o ligth tienen menos calorías.
33.- Las tostadas engordan menos que el pan fresco. No. Una rebanada de
pan de 50 calorías va a seguir teniendo 50 calorías aunque se tueste. La
diferencia es que va a pesar menos por la evaporación de agua. El tostado tiene
además la ventaja de hacer más digestivo el almidón del pan.
34.- La compota de ciruelas es laxante. Sí. Las ciruelas, ya sean en
compota, frescas o desecadas, tienen una sustancia que contribuye a la
contracción del músculo intestinal y por lo tanto alivian la constipación.
35.- El té de tilo es sedante. Sí, al igual que la hierba llamada
passiflora o valeriana, produce un efecto relajante, aplaca y disminuye la
angustia.
36.- Cuando se tiene un ataque de hígado, nada mejor que un té con
limón. Sí, pero es aún mejor cuando es un té de limón (trozos de limón cortados
y hervidos en agua) porque producen un mejor funcionamiento vesicular.
37.- El mate ayuda a mantenerse joven. No está demostrado, pero se cree
que éste sería un efecto secundario y a que la yerba contiene vitamina C, B1 y
B2. Además aporta hierro y magnesio, y es estimulante, disminuyendo el
cansancio.
38.- Tomar vitamina C de noche puede provocar insomnio. Falso. La
vitamina C es antioxidante, favorece la cicatrización de heridas y es útil en
el tratamiento de infecciones respiratorias. No presenta ningún efecto
secundario vinculado con el insomnio.
39.- Las gaseosas lima-limón ayudan a combatir la fiebre. No es exacto.
Los médicos acostumbran recetarlas para compensar la deshidratación en lugar de
bebidas colas que, por su alto contenido en cafeínas, pueden poner más ansioso
al paciente.
40.- Una copa de vino diaria disminuye el riesgo de un infarto. Es
posible, en tanto el vino tiene un pigmento (las antocianinas) que eleva el
colesterol bueno. Pero hay que tener presente que el máximo de vino
recomendable son dos copas diarias (28 gramos de etanol) para los hombres, y
una copa al día 14 gramos) para las mujeres. Pasado ese límite, el exceso de
alcohol es dañino para el hígado.
41.- La cerveza produce hinchazón pero no engorda. No. La cerveza
hincha y engorda, porque fermenta y tiene tenor alcohólico (5g cada 100 cc) e
hidratos de carbono por la malta.
42.- La gelatina no engorda. Depende. Si es diet prácticamente no tiene
calorías, pero si es una gelatina común, saborizada, posee 60 calorías por
pote.
43.- El azúcar negro engorda menos que el blanco. No hay diferencias
significativas. El azúcar negro (no refinado) tiene apenas un poco menos de
calorías que el blanco (hidratos de carbono puros), pero aporta algo más de
vitaminas y minerales.
44.- El consumo de sacarina produce cáncer. No. Todos los endulzantes
autorizados que se venden son seguros para el ser humano en las dosis
recomendadas por el Código Alimentario Nacional. Para que las ratitas de los
experimentos pudieran desarrollar el cáncer de vejiga que se le atribuye,
ingirieron el equivalente a una palangana diaria de edulcorante artificial,
cantidad exorbitante para el consumo humano.
45.- Después de comer sandia no se debe tomar vino. No es cierto. Su
mezcla no tiene efectos adversos.
46.- El líquido debe tomarse lejos de las comidas. Eso depende de las
personas. Si se trata de un niño inapetente es mejor no ocupar su volumen
gástrico con bebidas o si se trata de una persona mayor (que cuenta con menor
cantidad de jugos digestivos) no hay que darle sopa o caldo antes de la comida
porque va a diluirle los jugos gástricos y dificultaría su digestión. Pero en
adultos sin patologías, la ingesta simultánea de sólidos y líquidos favorece la
digestión y la acción de las fibras.
47.- Las frutas y verduras ayudan a reducir el colesterol. Todo lo que
tenga fibras va a ayudar a bajar el colesterol: panes integrales, legumbres,
cereales integrales, choclo, y frutas y verduras en general.
48.- Los turrones y las frutas secas engordan. Es relativo; más que
engordar aportan calorías. Pueden incluirse en la dieta en reemplazo de
productos con calorías equivalentes: una cucharita de aceite menos en la
ensalada se puede cambiar por cuatro nueces.
49.- La cerveza sin alcohol no engorda. Sí engorda, aunque tiene menos
calorías que la cerveza común. Además, aunque diga "sin alcohol"
tiene graduación alcohólica (0,07%), y las calorías de la malta.
50.- La levadura de cerveza hace crecer el pelo. No es cierto. Hasta
ahora no se pudo demostrar que algún alimento haga crecer el pelo. Sí se
comprobó, en cambio, que las personas desnutridas pierden el color y la textura
de su cabello.
51.- El chocolate dietético no engorda. Falso. Tiene más calorías. Porque
aunque tiene menos azúcar es más rico en grasas.
52.- Los hipertensos pueden reemplazar la sal de mesa por la sal de
ajo. Siempre y cuando tenga en el envase la palabra "dietética"
cualquiera es buena (apio, ajo). Se puede usar también -previa consulta con el
médico- la sal sin sodio.
53.- La cebolla contribuye a la longevidad. Es un mito. Lo que está
comprobado es que tiene propiedades para mejorar los niveles de colesterol
sanguíneo. Además es rica en selenio, un mineral que se encuentra en pocos alimentos
y es antioxidante.
54.- El consumo de ajo crudo mejora la circulación. El ajo tiene una
sustancia que interfiere en la síntesis de colesterol, por lo tanto el consumo
diario de ajo picado contribuye a mejorar la circulación sanguínea. El ajo comercializado
en cápsulas no parece ser tan efectivo como lo es el alimento natural.
55.- Hay que comer una fruta cada mañana. Las frutas pueden comerse en
el momento del día que se desee. De una a dos unidas diarias, tienen efecto
anticancerígeno, previenen enfermedades y mejoran los niveles de colesterol
sanguíneo.
56.- La miel engorda menos que el azúcar. La miel tiene un poder
endulzante mucho mayor, pero cada 100 gramos aporta 300 calorías, contra 400 de
igual cantidad de azúcar.
57.- La dieta de los argentinos es completa. En la Argentina todavía no
se enseña educación alimentaria en la escuela primaria. La mayoría desconoce
los cinco grupos básicos de alimentos (almidones; verduras-frutas;
proteínas-carne; quesos-lácteos, y el grupo de sustancias grasas) y eso hace
que la gente se olvide cada día de ingerir comidas de uno o varios grupos. Esta
falta puede producir enfermedades por carencia. Y esto no sólo depende de los
recursos económicos porque hay gente más desfavorecida que se alimenta mejor
que otras de mayor poder adquisitivo.
58.- La banana engorda. Es relativo: una banana chica (de100 gramos)
tiene las mismas calorías que una manzana de 150 gramos.
59.- La papa engorda. Es relativo. Es un vegetal rico en almidón, al
igual que la batata y el choclo. En la pirámide nutricional está dentro del
grupo de almidones junto con las pastas, el arroz, las legumbres y el pan. Una
papa chica (100 gramos) aporta100 calorías, lo mismo que dos tazas de
zanahorias crudas.
60.- El café quita el sueño. Sí, porque tiene cafeína, una sustancia
alcaloide que es estimulante. Una buena solución para evitarlas noches de
insomnio es el café descafeinado que sólo aporta 3 mg de cafeína por taza
contra entre 75 y150 mg por taza de un café común.
61.- La calabaza es dietética. Es un mito que se desarma rápidamente al
pensar que el puré de calabaza es el primer alimento que se le da al bebé para
aumentar de peso. Hay que tener en cuenta que 300 gramos de calabaza (tres
pelotitas de tenis) tienen las mismas calorías que media caja de ravioles de
verdura.
62.- La coliflor y el brócoli pueden ocasionar problemas intestinales.
Sí, porque tienen un alto contenido en azufre y un alto grado de fermentación.
Lo ideal sería incorporarlos diariamente aunque sea en pequeñas cantidades
porque son potencialmente anticancerígenas.
63.- El mejor vinagre es el de manzana. Todo depende del paladar de las
personas. Aunque, en la Antigua Grecia, Hipócrates lo recomendaba diluido en
agua contra la artritis, el asma y ciertos trastornos digestivos.
64.- Hay que comprar los aceites sin colesterol. Ningún aceite de
origen vegetal tiene colesterol.
65.- La malta produce más leche en las mujeres que amamantan. Así lo
creían nuestras abuelas, pero sin embargo no está comprobado.
66.- Es bueno
hacer dieta durante el embarazo. El embarazo no es el momento ideal para bajar
de peso. Si bien dependerá de cada caso en particular, se recomienda aumentar
durante la gestación entre 9 y12 kilos.
67.- Si el bebé
llora puede dársele un chupete mojado en azúcar o miel. De ninguna manera.
Nunca hay que tratar de calmar al bebé a través de la oralidad azucarada, sino
poniéndole el chupete común y corriente. La mejor forma de generar los obesos
del mañana es: "Vos llorás, yo te doy de comer", "te portás mal,
no te doy el postre; te portás bien, te compro la golosina".
68.- La
alimentación de la madre durante la lactancia no altera la leche que le da al
bebé. No es cierto. Hay muchas sustancias que pasan por la leche al bebé que
puede tener retorcijones porque la mamá comió repollo, repollitos, brócoli,
ajo, cebolla cruda. Los espárragos pueden producir un sabor amargo en la leche
que disguste al bebé; el café y las gaseosas pueden producirle una gran
excitación.
69.- La mujer
puede tomar alcohol durante el embarazo. No se debe tomar alcohol porque, según
confirmaron numerosos trabajos científicos de primer nivel, puede producir en
el niño un defecto en la capacidad intelectual.
70.- Después de
comer hay que esperar dos horas antes de meterse al agua. Depende de lo que se
haya comido. Si se comió un sándwich o una fruta no va a suceder nada, pero si
fue un suculento asado con ensalada y postre, el proceso digestivo se verá
alterado. Puede ocasionar desde una simple indigestión hasta un trastorno mayor
con pérdida de conocimiento.
71.- Hay gente que
toma agua y engorda. Absolutamente falso. El agua tiene cero calorías.
72.- Las
quemaduras de sol se alivien aplicando rodajas de tomate o pepino. Es un
recurso casero, pero tiene una base científica. Por su alto contenido en
vitamina C y en nutrientes como sodio y potasio, contribuyen a frenar la
irritación generada por el sol.
73.- La acelga es
laxante. Es una verdura de hoja que tiene un alto contenido de celulosa sobre
todo en su tallo, por eso facilita la evacuación intestinal. Su efecto varia de
una a otra persona.
74.- El queso
constipa. No. El queso no tiene ninguna sustancia constipante. Se recomienda su
consumo en caso de diarreas porque no tiene fibras que faciliten la evacuación,
como la carne o las verduras.
75.- EI vino fino
es menos perjudicial que el común. En cuanto a graduación alcohólica son
iguales, pero el vino fino es producido respetando el proceso natural de
fermentación de la uva, mientras que el vino común tiene una mayor cantidad de
productos sintéticos.
76.- El vino tinto
es mejor que el blanco. En teoría, el vino tinto tendría mayor cantidad de
revesterol, una sustancia que potencia nuestro colesterol bueno. Pero en
algunos países ya se están investigando las bondades del vino blanco.
77.- La semilla
del tomate hace mal. Cuando existen problemas intestinales como colon irritable
o divertículos (hernias chiquitas en los intestinos) es preferible no ingerir
semillas (de tomate, kiwi o frutillas) porque producen molestias. Pero para
aquellos que están constipados, la semilla del tomate aporta más fibras y
facilita la evacuación.
78.- Cuando baja
la presión arterial es lo mismo comer dulce que salado. No. En la hipotensión
sólo la sal ayuda a aumentar la presión sanguínea.
79.- Hay que comer
las frutas con cáscara. En lo posible sí, para tener una mayor cantidad de
fibras y para evitar la pérdida de vitaminas. Pero para poder comerlas con
cáscara es importante dejarlas remojar cambiándoles el agua varias veces para
limpiar los insecticidas y plaguicidas.
80.- Las
salchichas y las hamburguesas no tienen valor nutritivo. Falso. Cuando se trata
de productos de "firmas serias" (aquéllas donde se puede leer el logo
de la empresa, los números de registro y de permiso), se hacen realmente con
carne y tienen valor nutritivo.
81.- Para mantener
el peso, adiós al pan, las papas y las pastas. No es cierto. Hay que incluirlos
diariamente en una de las dos comidas principales. Pertenecientes al grupo de
los almidones, constituyen la extensa base de la pirámide de la alimentación
saludable. Por el contrario, hay que tener cuidado con las sustancias grasas
(aceites, margarinas, mayonesas, cremas) que, en el polo opuesto, son la
estrecha punta de la pirámide.
82.- La vitamina B
engorda. El complejo B mejora el estado general y, en cierta medida, puede
abrir el apetito, pero ni las vitaminas ni los minerales engordan.
83.- Cuando hay
problemas hepáticos es bueno comer dulces. Se trata de una vieja teoría. Hay
que saber efectivamente si el malestar se debe al hígado o a la vesícula pero,
en cualquiera de los dos casos, más que comer dulces hay que evitar las grasas.
84.- El deportista
tiene que comer muchas pastas. Exacto. El músculo no se forma porque se coma
más carne o más huevos sino a través del ejercicio y la presencia del
glucógeno, que es la forma en la cual nuestro cuerpo almacena los hidratos de
carbono. Entonces a mayor cantidad de pan, pastas o papas va a haber mayor
disponibilidad de glucógeno y por tanto, mejores músculos.
85.- El café es
más dañino que el té y el mate. Todo depende de la concentración que tomemos.
Un café pequeñito y concentrado tendrá una cantidad de cafeína muy grande
(similar al que aporta el té o el mate muy cargados). Pero un café normal no
tiene por qué ser más dañino que el té o el mate.
86.- El azúcar
cicatriza las heridas. Si. Aplicado sobre las heridas tiene un efecto
cicatrizante y antibacteriano.
87.- El pan de
salvado engorda menos que el blanco. Todos los panes integrales (salvado,
centeno, integral) tienen mayor cantidad de fibras y sólo un poco menos de
calorías que los panes blancos (240 contra 250 calorías cada 100 gramos). La
diferencia está en que la digestión de las fibras produce un mayor gasto de
calorías.
88.- La uva
engorda. Tiene el mismo valor calórico que la banana o el higo. Cien gramos de
uva (alrededor de 12 granos de uva que hay que consumir con la piel) tienen las
mismas calorías que una manzana de 150 gramos.
89.- El yogur nos
hace vivir más tiempo. Eso decía el Premio Nobel de Medicina Ilya Metchnikov,
aunque algunos siguen sin aceptarlo. Las leches fermentadas mejoran la flora
intestinal y previenen algunas enfermedades. Se sabe que ellas protegen del
cáncer de intestinos y de algunas bacterias. El yogur es el alimento primordial
en la dieta de Georgia, una ex república soviética que ostenta el récord
mundial de longevidad.
90.- Las verduras
son más sanas que la carne. No. Cada cosa tiene su lugar. Necesitamos consumir
hierro en buena proporción y la carne permite incorporarlo en mucho mayor
medida que los vegetales.
91.- Los adultos
no necesitan tomar leche. No es verdad. Tanto como los niños, los adultos
necesitan una fuente diaria de calcio, sobre todo las mujeres a partir de la
menopausia por el riesgo de la osteoporosis.
92.- El puchero es
una de las comidas más completas. Sí. Un buen puchero con caldo y todos sus
componentes (zapallo, zanahoria, verduras de hoja, coliflor, carne o pollo) es
un plato excelente, siempre que no se recaliente porque pierde sus minerales y
vitaminas.
93.- La palta
engorda. La palta siempre ha tenido mala prensa. Pero 100 gramos de palta tiene
150 calorías, lo mismo que una papa o una batata chicas. Entonces, dependerá de
la cantidad de palta que se coma. Si se le agrega salsa golf o mayonesa, obviamente
va a dar un valor calórico muy alto.
94.- El acohol
fija las grasas. No, pero aporta calorías. Una medida de whisky provee 140
calorías y una copa de vino, 100 calorías.
95.- Los que comen
carne son más nerviosos. No es cierto. Pero el consumo de carne provee el
hierro necesario para producir glóbulos rojos, y la falta de éstos provocan la
anemia y el consecuente desgano.
96.- Los
vegetarianos tienen mejor salud que quienes consumen carne. No necesariamente.
Ser vegetariano es una situación más laboriosa porque para mantener la salud
hay que combinar muy bien todos los alimentos. Hay que obtener las sustancias
presentes en los productos de origen animal para poder así evitar las anemias y
otras enfermedades por carencia.
97.- La jalea de
membrillo tiene una acción antidiarreica. Sí, el membrillo en todas sus formas
tiene una acción astringente y por tanto, antidiarreica.
98.- No hay que
tomar bebidas frías cuando se está acalorado. Así es. Cuando el cuerpo tiene
temperatura alta una bebida fría puede producir un espasmo gástrico. Si sólo se
tiene a mano bebidas heladas, conviene tomarlas despacio y de a pequeños
sorbos.
99.- La zanahoria
cruda es eficaz en el tratamiento de la constipación. Es cierto. La zanahoria,
que por su alto contenido en betacaroteno protege del cáncer, especialmente el
de pulmón, es un vegetal versátil: consumido crudo mejora la constipación, pero
cocido, es eficaz en el tratamiento de la diarrea.
100.- La carne de
vaca puede reemplazarse con carne de pollo. No exactamente. La mejor
distribución de carnes en la semana es: 1 o 2 veces pollo, dos veces pescado y
tres veces carnes roja. La carne de vaca aporta el doble de hierro que la de
pollo.
Fuente: alimentacion-sana.org