Un estudio realizado con 160 pacientes del Xeral elabora un perfil de utilidad para facultativos sobre quienes padecen esta patología crónica - El 80% de los casos están sin diagnosticar
Casi dos millones de españoles padecen apnea del sueño, una patología
asociada a enfermedades cardiovasculares y que aumenta el riesgo de
sufrir un accidente de tráfico, sin embargo, el 80% de los casos todavía
están sin diagnosticar. Un estudio realizado con 160 pacientes del
hospital Xeral aporta más luz sobre este grave problema de salud pública
delimitando el perfil de quienes la padecen a partir de sus variables
sociodemográficas, fisiológicas y psicológicas.
"Hay un diagnóstico soterrado que no llega a producirse porque la persona duerme en soledad y para el profesional de la medicina o la psicología clínica resulta difícil atribuir el origen de los problemas derivados que se sufren durante el día como la somnolencia, el deterioro cognitivo o patologías cardiacas. Actualmente la difusión de conocimiento en torno a esta enfermedad es limitada, pero un diagnóstico temprano ahorraría gastos y mejoraría el tratamiento", señala la autora de la investigación Cándida Filgueiras, psicóloga clínica y profesora del máster de Secundaria en la Universidad San Pablo CEU.
El análisis de los diagnosticados vigueses arroja un perfil básico del paciente con apnea del sueño, esto es, una persona con menos de 59 años, casado y con estudios primarios y/o secundarios. La mayoría presenta varias enfermedades asociadas a esta patología, adopta la posición de cúbito supino para dormir -tumbado boca arriba- y sufre la patología de tipo obstructivo -el 75,60% de los encuestados-.
La investigación también analizó el nivel de toxicidad de los pacientes ya que el consumo del alcohol incrementa significativamente la frecuencia de apneas obstructivas durante el sueño. Los resultados revelan que la mayoría de los sujetos estudiados no son bebedores habituales y que solo el 32% se define como fumador.
Filgueiras, que ha realizado este trabajo para una tesis doctoral que defenderá en breve en la Universidad de Vigo, subraya entre sus conclusiones la incidencia de esta patología entre la población femenina. Su presencia en el estudio es significativa -hay una mayoría de amas de casa- a pesar de que en la literatura científica se describen casos en mujeres "con menos frecuencia" que en hombres.
La experta hace referencia a la existencia de un "infradiagnóstico", puesto que ellas acuden con más frecuencia a la consulta sin pareja y esto dificulta que el facultativo pueda llegar al diagnóstico al carecer de datos sobre ronquidos o apneas.
La apnea del sueño es un problema crónico de salud y quienes lo padecen sufren mientras duermen una o más pausas durante la respiración que pueden prolongarse unos segundos o durante varios minutos.
Lo habitual es que la pareja ponga sobre la pista al facultativo puesto que es consciente de los ronquidos, respiración irregular, sueños inquietos o despertares nocturnos que suelen sufrir estos pacientes. De ahí que identificar la apnea en personas que viven solas resulte más complejo y lento. Estos pacientes no tratados suponen además un alto coste para el sistema sanitario puesto que reciben atención para los problemas asociados a esta patología.
Calidad de vida
Actualmente, el primer tratamiento contra la apnea del sueño es el dispositivo denominado CPAP, una máscara facial que presiona con aire de manera constante las vías respiratorias del paciente. Este sistema mejora los problemas de sueño y reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, sin embargo, la calidad de vida de los pacientes no ha sido lo suficientemente abordada hasta el momento.
"Es necesario abrir nuevas líneas de investigación. El problema se ataja, pero las personas incluidas en el estudio tienen mucha ansiedad, viven angustiadas y sufren depresión o deterioro cognitivo", señala Cándida Filgueiras, viguesa afincada en Madrid desde 2007.
Los pacientes del hospital Xeral que participaron en este análisis experimental obtuvieron resultados "significativamente peores" a la media en relación a los datos normativos referentes a la calidad de vida, sobre todo, en vitalidad, funciones y roles físicos y emocionales, y salud general y mental.
Fuente:faro de vigo
"Hay un diagnóstico soterrado que no llega a producirse porque la persona duerme en soledad y para el profesional de la medicina o la psicología clínica resulta difícil atribuir el origen de los problemas derivados que se sufren durante el día como la somnolencia, el deterioro cognitivo o patologías cardiacas. Actualmente la difusión de conocimiento en torno a esta enfermedad es limitada, pero un diagnóstico temprano ahorraría gastos y mejoraría el tratamiento", señala la autora de la investigación Cándida Filgueiras, psicóloga clínica y profesora del máster de Secundaria en la Universidad San Pablo CEU.
El análisis de los diagnosticados vigueses arroja un perfil básico del paciente con apnea del sueño, esto es, una persona con menos de 59 años, casado y con estudios primarios y/o secundarios. La mayoría presenta varias enfermedades asociadas a esta patología, adopta la posición de cúbito supino para dormir -tumbado boca arriba- y sufre la patología de tipo obstructivo -el 75,60% de los encuestados-.
La investigación también analizó el nivel de toxicidad de los pacientes ya que el consumo del alcohol incrementa significativamente la frecuencia de apneas obstructivas durante el sueño. Los resultados revelan que la mayoría de los sujetos estudiados no son bebedores habituales y que solo el 32% se define como fumador.
Filgueiras, que ha realizado este trabajo para una tesis doctoral que defenderá en breve en la Universidad de Vigo, subraya entre sus conclusiones la incidencia de esta patología entre la población femenina. Su presencia en el estudio es significativa -hay una mayoría de amas de casa- a pesar de que en la literatura científica se describen casos en mujeres "con menos frecuencia" que en hombres.
La experta hace referencia a la existencia de un "infradiagnóstico", puesto que ellas acuden con más frecuencia a la consulta sin pareja y esto dificulta que el facultativo pueda llegar al diagnóstico al carecer de datos sobre ronquidos o apneas.
La apnea del sueño es un problema crónico de salud y quienes lo padecen sufren mientras duermen una o más pausas durante la respiración que pueden prolongarse unos segundos o durante varios minutos.
Lo habitual es que la pareja ponga sobre la pista al facultativo puesto que es consciente de los ronquidos, respiración irregular, sueños inquietos o despertares nocturnos que suelen sufrir estos pacientes. De ahí que identificar la apnea en personas que viven solas resulte más complejo y lento. Estos pacientes no tratados suponen además un alto coste para el sistema sanitario puesto que reciben atención para los problemas asociados a esta patología.
Calidad de vida
Actualmente, el primer tratamiento contra la apnea del sueño es el dispositivo denominado CPAP, una máscara facial que presiona con aire de manera constante las vías respiratorias del paciente. Este sistema mejora los problemas de sueño y reduce el riesgo de enfermedad cardiovascular, sin embargo, la calidad de vida de los pacientes no ha sido lo suficientemente abordada hasta el momento.
"Es necesario abrir nuevas líneas de investigación. El problema se ataja, pero las personas incluidas en el estudio tienen mucha ansiedad, viven angustiadas y sufren depresión o deterioro cognitivo", señala Cándida Filgueiras, viguesa afincada en Madrid desde 2007.
Los pacientes del hospital Xeral que participaron en este análisis experimental obtuvieron resultados "significativamente peores" a la media en relación a los datos normativos referentes a la calidad de vida, sobre todo, en vitalidad, funciones y roles físicos y emocionales, y salud general y mental.
Fuente:faro de vigo