miércoles, 18 de julio de 2012

Lujuria alimentaria



Es increíble el efecto hipnótico que logran tener los programas de televisión donde salen cocineros. A pesar que ninguno de los televidentes realmente prepara las recetas que nos exponen, todos nos quedamos observando con asombro sus creaciones gastronómicas. No sé si es una especie de phagomania (amor a la comida y a comer) de la cual sufre la mayoría de la población, o es simplemente nuestro instinto animal más profundo que se ve atraído por la idea de alimentarse para sobrevivir, pero es asombroso abrir una de tus redes sociales y ver que todos suben fotos y comentan sobre lo que comieron, están comiendo y van a comer.

Ciertamente, los valores cristianos que nos inculcaron a la mayoría están bastante olvidados, ya que el pecado capital de la gula (vicio del deseo desordenado del placer asociado a la comida y/o bebida) prevalece como criterio para posicionarnos en el medio social. Es decir, mientras más “ricos” sean los alimentos que ingieres, más estatus social obtienes. Los usuarios del Internet se han convertido en los paparazzi de la culinaria.

Cada vez hay más comerciales relacionados a consumir calorías de forma innecesaria. Estos son muestras visuales glamorosas y espectaculares de comida con alto contenido energético, poco contenido nutricional y porciones distorsionadas, que despiertan el deseo de comer o glorificar la comida como sustituto del placer causado por el sexo. Con los efectos del food styling (especialidad de la fotografía dedicada a la comida) y el Photoshop, tu Big Mac es mucho más deliciosa en retrato que en la realidad.

Ciertamente, nuestra relación con la comida está basada en irrealidades, y es por eso que actualmente hay tantos trastornos relacionados a ello. Entre ellos, la anorexia, bulimia, obesidad (adulta e infantil), comer de forma compulsiva, y otros. Entonces, para mantener una “relación saludable” con la comida, debemos recordar que los alimentos son nuestra fuente de nutrientes para obtener energía y mantener un estado de salud óptimo. Tengamos en cuenta que cada individuo tiene requerimientos únicos. De igual manera, no nos basemos en los placeres de la comida para que sea nuestra aliada para combatir desbalances emocionales. Teniendo esto en cuenta, por favor, tratemos de no transformar una necesidad fisiológica en un desorden mental.
                                        
 
 Por Nichole Andrade.
Alumna 3er ciclo - Universidad Le Cordon Bleu  - Perú