
Conclusiones de la charla del licenciado en Alimentación Néstor Cardinali
La grasa se deposita en distintas partes del cuerpo. “Hoy se sabe que es el estado emocional el que define dónde se localiza la grasa”; de esa ubicación depende que haga daño o no, y la posibilidad de eliminarla.
¿Comemos para vivir o vivimos para comer? es el título de la charla que ofreció el licenciado en Alimentación Néstor Cardinali, a la que asistió un importante número de personas.
Cardinali -quien también es bioquímico- dirige una clínica en Rosario (Argentina) dedicada a brindar tratamientos nutricionales y a educar en la materia.
La charla fue organizada por el Instituto Superior de Arte Rita Riso, entidad que en Paraná ofrece la posibilidad de aprender diversos ritmos de danza y que considera que “el trabajo interdisciplinario ayuda a encontrar el equilibrio entre el cuerpo, la mente y la vida”, según las palabras de Corina Riso, quien estuvo a cargo de presentar la disertación.
UBICACIÓN DE LA GRASA:
La obesidad es el exceso de grasa corporal que puede estar acompañada o no por sobrepeso. La grasa se deposita en distintas partes del cuerpo y, según Cardinali, “hoy se sabe que es el estado emocional el que define dónde se localiza la grasa”; de esa ubicación depende que haga daño o no, y que pueda ser eliminada o no.
La grasa localizada subcutánea, entre el músculo y la piel, es difícil de ser eliminada pero no es dañina.
Por eso, el profesional se dedicó a hablar de la obesidad androide -hoy llamada visceral-, que se caracteriza por el crecimiento de la panza. “Hoy se sabe que es la que preocupa. Cuando 4 ó 5 kilos del total del peso se localizan en los órganos, en las vísceras, se forma un hígado gordo. Esto es lo más peligroso que hemos encontrado y se están encontrando muchos casos de este tipo, lamentablemente muy mal diagnosticado por el cuerpo médico”, indicó el licenciado.

EL ESTRÉS.:
Pero ¿por qué se ubica la grasa en las vísceras? Según el profesional rosarino, “la situación más grave que hemos encontrado es por ejemplo, una persona que está engordando y sufre de un estrés grave, que es una angustia con cargo de culpa. Cuando una persona somete su cuerpo a un estrés, por lo general hace que la grasa en vez de crecer subcutánea crezca visceral. Esto forma un hígado graso. El hígado graso cambia el metabolismo, provocando que el cuerpo fabrique grasa”, indicó.


EFECTO REBOTE:
Otro punto tratado por Cardinali fue el efecto rebote. Según él hay dos causas por las cuales una persona vuelve a engordar luego de haber adelgazado varios kilos: una es netamente psicológica y la otra es metabólica.
“La psicológica es cuando la ansiedad supera mucho la voluntad de ser flaco”, indicó y agregó que, “a la ansiedad no se la controla, se la inhibe o se come todo”.

Según explicó el profesional, hay aproximadamente 100 genes que regulan el peso de una persona, y no todos los individuos tienen todos los genes.
Los genes se activan luego de un estrés por angustia, por depresión o por alegría, o en la menopausia. Cuando un gen de la obesidad se activa, la persona come poco y engorda mucho. “Pero tener el gen de la obesidad no quiere decir que lo voy a activar, porque quien activa los genes es la propia persona”.

ENFOQUE MÚLTIPLE:
Cardinali consideró que todos los médicos deberían comenzar el tratamiento para una determinada patología, por ejemplo el colesterol alto, desde un enfoque alimentario; y si ese mecanismo no alcanza, recién ahí recurrir al uso de drogas medicinales. “Cuando se comienza con las drogas, no se las puede dejar de golpe. Pero es mentira que son de por vida: con una dieta equilibrada metabólicamente, la medicación se puede dejar de tomar”, dijo.
El licenciado indicó que los planes nutricionales deben estar hechos teniendo en cuenta el perfil del paciente y sus necesidades, pero no deben dejar de lado sus gustos y hábitos. “Los planes tienen que tener un enfoque nutricional, un enfoque médico metabólico y enfoque psicológico”, señaló.

Cuestiones para atender
Durante la charla, Cardinali brindó, entre otros, los siguientes consejos:
-Comer cada dos horas activa el metabolismo y quema calorías; pero no hay que comer más que lo que el cuerpo pide.
-Picotear entre comidas es uno de los motivos más graves de los fracasos de dietas porque uno no calcula cuánto comió.
- La semilla de lino sirve para personas con estreñimiento, pero no hay que abusar. El lino baja el colesterol.
- El Omega 3 es un alimento que sirve para bajar el colesterol. Se usa para los dolores articulares y también es bueno para las personas que tienen inflamación intestinal.
- El té verde sirve para los que están estudiando, porque durante dos horas aumenta la circulación en el cerebro.
- El cerebro está hecho de grasa y por ello hay que darle grasa. La grasa que pasa la barrera encefálica es el Omega 3, que va directo.
- Al cerebro solamente llegan dos vitaminas: la C y la E. La vitamina C está en todos lados; la vitamina E solamente está en la grasa y si uno come grasa, engorda. (La grasa saturada no tiene vitamina E, porque se quema con la oxidación).
- El aceite de canola es como el aceite de oliva, son buenos pero engordan. Una cucharadita de aceite de canola, de oliva, de girasol, entre otros, es igual a 90 calorías. Cuatro cucharaditas de té de estos aceites es equivalente a un plato de pastas con salsa mixta.
- Los jugos exprimidos de fruta no son buenos para bajar de peso, porque la fruta contiene fructosa, es decir azúcar. Para que un plan alimentario contemple más cantidad de frutas en el día o la ingesta de jugos de fruta, debe incorporarlos equilibradamente para no excederse en las calorías.

- La miel tiene muchas más calorías que una mermelada, aunque la miel sea natural y sana.
- Un pote chico de mayonesa engorda lo mismo que un pollo con papas fritas.

- Está científicamente comprobado que el consumo muy excesivo de edulcorantes genera cáncer. “Recomendamos que varíen los edulcorantes: si por ejemplo se consume una gaseosa que contiene en su composición cierto edulcorante, que el endulzante que se utilizará como edulcorante de mesa sea de otra marca. Esto, para cambiar el producto y no llegar a la dosis tope”.
- El aceite es más sano que la manteca pero ésta última engorda menos que el aceite porque la manteca es aceite con aire, una emulsión.
FUENTE "EL DIARIO" DE PARANÁ