A medida que pasan los años, existen más probabilidades de sufrir
calambres nocturnos en las extremidades inferiores, una sensación repentina de
intenso dolor que puede durar desde unos segundos hasta quince o más minutos.
De hecho, algunos estudios sugieren que más de dos tercios de las personas
mayores han experimentado estos dolorosos espasmos.
Los calambres nocturnos en las extremidades inferiores
suelen afectar los músculos de la pantorrilla, pero también pueden producirse
en los pies o en los muslos. Los calambres obedecen a diversas causas: largos
períodos de inactividad (por ejemplo, quedarse sentado o parado en superficies
duras durante mucho tiempo), uso de calzado incómodo o de calzado con tacones
altos, deshidratación (que puede causar una reducción de los electrolitos
esenciales para el adecuado funcionamiento muscular), algunas afecciones, tales
como la diabetes y el edema y, por último, ciertos medicamentos.
Varios adultos mayores en una sala de espera - medicamentos
que causan calambres
A continuación, se detallan los ocho tipos de fármacos que
con mayor frecuencia pueden producir calambres nocturnos en las piernas. Si
usted está tomando alguno de ellos y sufre calambres, debe consultar con su
médico u otro profesional de la salud sobre la posibilidad de ajustar la dosis
o cambiarlo por otro tipo de medicación o tratamiento.
Si no está tomando ninguno de estos fármacos, sería, de
todas maneras, muy sensato consultar con su médico si cada tanto sufre algún
calambre durante la noche. En la mayoría de los casos, los calambres en las
piernas son inofensivos. Sin embargo, podrían ser también una señal de un
problema de salud subyacente, en especial si usted además presenta debilidad
muscular, inflamación, entumecimiento o dolor persistente.
Ahorros de hasta un 30% en un estilo de vida más sano.
1. Diuréticos del asa de acción corta
Por qué se recetan: Los diuréticos (también denominados
píldoras de agua) se utilizan en el tratamiento de la hipertensión, la
insuficiencia cardíaca congestiva y el edema, entre otras afecciones. Los
diuréticos ayudan al organismo a eliminar el exceso de líquidos a través de la
orina.
Los diuréticos del asa de acción corta, así denominados
porque son eliminados rápidamente del organismo, incluyen la bumetanida (Bumex)
y la furosemida (Lasix, Puresis).
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los diuréticos
incrementan la excreción de ciertos
electrolitos —como el sodio, el cloruro y el potasio— a través de la
orina. Y los bajos niveles de estos electrolitos pueden causar fatiga extrema y
debilidad muscular, así como también dolores articulares, óseos y musculares.
Alternativas: Una dosis baja de un diurético de asa de
acción prolongada, tal como la torsemida (Demadex), puede reducir el riesgo de
pérdida de electrolitos. También podría ser de ayuda reducir el consumo de sal,
hacer más actividad física y controlar la ingesta de líquidos. Sin embargo,
tenga cuidado con los sustitutos de la sal, ya que casi todos contienen cloruro
de potasio y también pueden causar desequilibrios electrolíticos. Asegúrese de
consultar a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo plan de
ejercicios.
2. Diuréticos tiazídicos
Por qué se recetan: Los diuréticos tiazídicos comúnmente se
utilizan en el tratamiento de la hipertensión, aunque también se indican para
tratar la insuficiencia cardíaca congestiva, el edema y otras afecciones.
Algunos ejemplos de diuréticos tiazídicos son la
clorotiazida (Diuril), la hidroclorotiazida (Microzide), la indapamida (Lozol)
y la metolazona (Zaroxolyn).
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Al igual que
los diuréticos de asa de acción corta (mencionados anteriormente), los
diuréticos tiazídicos pueden causar una reducción de los electrolitos
esenciales, lo cual produce calambres en las piernas y otros problemas
musculares serios.
Alternativas: Consulte a su proveedor de asistencia médica
sobre la pertinencia de cambiarlo por un diurético de asa de acción prolongada,
administrado en dosis bajas —tal como la torsemida (Demadex), que puede reducir
de manera significativa el riesgo de pérdida de electrolitos— , o por otra medicación
antihipertensiva. También podría ser de ayuda reducir el consumo de sal, hacer
más actividad física y controlar la ingesta de líquidos. Sin embargo, tenga
cuidado con los sustitutos de la sal, ya que casi todos contienen cloruro de
potasio y también pueden causar desequilibrios electrolíticos. Asegúrese de
consultar a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo plan de
ejercicios.
3. Betabloqueantes
Por qué se recetan: Los betabloqueantes suelen utilizarse en
el tratamiento de la hipertensión y las arritmias (anormalidad en el ritmo
cardíaco). Estos fármacos desaceleran el ritmo cardíaco y disminuyen la presión
arterial al bloquear el efecto de la hormona adrenalina. Los betabloqueantes
también se usan en el tratamiento de la angina de pecho, migrañas, tremores y,
en la forma de gotas oculares, para ciertos tipos de glaucoma.
Ejemplos: atenolol (Tenormin), carvedilol (Coreg),
metoprolol (Lopressor, Toprol), propranolol (Inderal), sotalol (Betapace),
timolol (Timoptic) y otros fármacos cuyos nombres químicos terminan en “-olol”.
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Durante más
de veinte años, los investigadores han sabido que los betabloqueantes pueden
producir calambres en las piernas, pero aún no han determinado la causa.
Ciertos estudios han demostrado que los betabloqueantes pueden provocar el
estrechamiento de las arterias en las extremidades inferiores y superiores, lo
cual reduce el flujo sanguíneo en ellas. Esta es la razón por la cual algunas
personas que toman betabloqueantes tienen las manos y los pies fríos, afección
conocida como vasoconstricción periférica. (Si usted experimenta este efecto
colateral, es importante que se lo comente a su médico lo antes posible). Dado
que suele transcurrir un tiempo entre el inicio del tratamiento con un
betabloqueante y la aparición de los calambres en las piernas —desde algunos
meses hasta más de dos años—, es común que los pacientes no sospechen de la
vinculación entre el medicamento y los calambres.
Alternativas: Para las personas mayores, los bloqueadores de
los canales de calcio a base de benzodiacepina, otro tipo de medicación
antihipertensiva, suelen ser más seguros y más eficaces que los betabloqueantes.
4. Estatinas y fibratos
Por qué se recetan: Las estatinas y los fibratos se utilizan
para tratar el colesterol elevado. Las estatinas de mayor venta son la
atorvastatina (Lipitor), la rosuvastatina (Crestor) y la simvastatina (Zocor);
el fibrato más vendido es el fenofibrato (Tricor).
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Ciertos
estudios demuestran que las estatinas pueden inhibir la producción de células
satélite en el músculo, lo cual interfiere con el crecimiento muscular. Algunos
investigadores también han sugerido que las estatinas pueden, a nivel celular,
reducir el nivel de energía. El dolor y la debilidad musculares en todo el
cuerpo pueden ser síntomas de rabdomiólisis inducida por la estatina: la
necrosis del músculo esquelético que provoca la liberación de fibras musculares
en el torrente sanguíneo y, a veces, daño en los riñones. Asimismo, los adultos
mayores que toman estos fármacos presentan un riesgo mayor de desarrollar
sarcopenia, o pérdida degenerativa de la masa muscular y la fuerza, asociada
con el envejecimiento.
Alternativas: Si usted es uno de los tantos millones de
estadounidenses de edad a los que no se les ha diagnosticado enfermedad
cardíaca, pero que está tomando estos medicamentos para disminuir su nivel de
colesterol apenas elevado, pregúntele al médico o a otro proveedor de
asistencia médica sobre la posibilidad de reducir el colesterol mediante un
cambio en la alimentación. También podría intentar disminuir los niveles de
homocisteína en la sangre —vinculada con
niveles de colesterol elevados— mediante una combinación de vitamina B12 en
presentación sublingual (comprimido que se coloca y se disuelve debajo de la
lengua) (1.000 mcg diarios), ácido fólico (800 mcg diarios) y vitamina B6 (200
mg diarios).
5. Agonistas beta-2
Por qué se recetan: Los agonistas beta-2 son
broncodilatadores, fármacos que relajan los músculos lisos que rodean los
bronquios y facilitan la respiración. Suelen prescribirse para aliviar los
síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los agonistas beta-2 se suministran a través de un
inhalador, que proporciona una dosis medida de la sustancia en aerosol; y
también en forma de píldoras o inyectable a pacientes que no pueden usar
inhaladores.
Los agonistas beta-2 incluyen el albuterol (Proventil,
Ventolin), el formoterol (Symbicort), el levalbuterol (Xopenex), el
metaproterenol, el pirbuterol (Maxair), el salmeterol (Advair) y la
terbutalina.
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los
investigadores aún no saben por qué los agonistas beta-2 pueden producir
calambres en las piernas.
Alternativas: Si a usted le prescribieron un agonista beta-2
para una afección distinta de la enfermedad pulmonar, pregúntele al médico u
otro proveedor de asistencia médica sobre la posibilidad de cambiar la
medicación o realizar otro tipo de tratamiento. Revisiones sistemáticas de
estudios realizados han determinado que los agonistas beta-2 no brindan un
alivio significativo a pacientes que no sufren de enfermedad pulmonar
obstructiva crónica, pero presentan un cuadro de tos o bronquitis aguda.
Si usted sufre de enfermedad pulmonar, sería conveniente que
consulte con su médico sobre la posibilidad de cambiar el agonista beta-2 por
un bromuro de tiotropio (Spiriva), un tipo distinto de broncodilatador de acción
prolongada, una vez al día. Se ha demostrado que la Spiriva es mucho más eficaz
que los agonistas beta-2 para mejorar el estado de salud general de los
pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
6. Inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina
(ACE)
Por qué se recetan: Los inhibidores de la enzima de
conversión de la angiotensina (ACE) se utilizan en el tratamiento de la
hipertensión, la insuficiencia cardíaca congestiva y otras afecciones. Estos
fármacos ayudan a relajar los vasos sanguíneos, al evitar que el organismo
produzca angiotensina II, una hormona que provoca el estrechamiento de los vasos
sanguíneos y, a su vez, el incremento de la presión sanguínea.
Algunos ejemplos de los inhibidores de la enzima de
conversión de la angiotensina son el benazepril (Lotensin), el captopril
(Capoten), el enalapril (Vasotec), el fosinopril, el lisinopril (Prinivil,
Zestril), el moexipril (Univasc), el perindopril (Aceon), el quinapril
(Accupril), el ramipril (Altace) y el trandolapril (Mavik).
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los
inhibidores ACE pueden causar la acumulación de potasio en el organismo (otro
tipo de desequilibrio electrolítico), lo cual puede producir calambres en las
piernas y dolores articulares, óseos y musculares.
Alternativas: Si usted está tomando un inhibidor de la
enzima de conversión de la angiotensina por un problema cardiovascular,
consulte con su médico sobre la posibilidad de cambiarlo por un bloqueador de
los canales de calcio a base de benzodiacepina, otra forma de medicación
antihipertensiva, a menudo bien tolerada por los adultos mayores. Esto es
particularmente importante en el caso de los afronorteamericanos y los
asiáticoestadounidenses, quienes, debido a las diferencias en su sistema de
renina-angiotensina, presentan una incidencia mucho mayor de efectos adversos.
Si, además de su afección, usted presenta retención de
líquidos, su médico quizá quiera agregar una dosis baja de algún diurético de
asa de acción prolongada, tal como la torsemida.
8. Antipsicóticos
Por qué se recetan: Los antipsicóticos se utilizan en el tratamiento
de la esquizofrenia, el trastorno
bipolar y otros trastornos psiquiátricos serios. Los medicamentos
antipsicóticos también suelen prescribirse para otros trastornos no mencionados
en el prospecto, tales como la agitación y la depresión.
Entre los antipsicóticos más comúnmente prescriptos se
encuentran el aripiprazol (Abilify), la clorpromazina (Thorazine), el
haloperidol (Haldol), la olanzapina (Zyprexa), la risperidona (Risperdal) y la
ziprasidona (Geodon).
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los
antipsicóticos son potentes depresores del sistema nervioso central. Entre los
efectos colaterales hallados en estudios se incluyen la fatiga, el letargo y la
debilidad. Todos estos fármacos también disminuyen los niveles de dopamina, lo
cual puede provocar somnolencia, rigidez muscular y calambres musculares. El
déficit serio de dopamina causado por el uso continuado de antipsicóticos puede
provocar rigidez muscular y trastornos de movimiento a menudo irreversibles,
tales como la acatisia (necesidad imperiosa de moverse constantemente) y la
discinesia tardía (síndrome caracterizado por movimientos corporales
repetitivos e involuntarios).
Alternativas: Consulte a su médico u otro proveedor de
asistencia médica sobre la pertinencia de reducir la dosis o cambiarlo por otra
medicación, en especial si a usted le han prescripto un antipsicótico por
problemas de insomnio, ansiedad o depresión.
Fuente: aarp.org