jueves, 11 de junio de 2009

El Papel de la Insulina en la Obesidad Es Más Importante de lo Creído


Unos investigadores han desvelado nuevas evidencias que sugieren que otros factores además de los genes, podrían causar la obesidad. Han descubierto que hay células idénticas desde el punto de vista genético que sin embargo almacenan cantidades muy diferentes de grasa dependiendo de variaciones muy sutiles en el procesamiento celular de la insulina.
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Conocer los mecanismos precisos que controlan el almacenamiento de grasa en las células podría conducir a los científicos a desarrollar nuevos métodos para combatir la obesidad.

Los detalles de esta nueva investigación también serán importantes para entender mejor el papel de la insulina con respecto a la obesidad y a la diabetes tipo 2, así como para el diseño de estrategias efectivas de intervención.

Los resultados del estudio indican que cuanto más rápido una célula procesa la insulina, más grasa almacena.

Otros investigadores han sugerido que ciertos "genes de la grasa" podrían estar asociados al almacenamiento excesivo de grasa en las células. Sin embargo, en el nuevo estudio se ha confirmado que estos genes de la grasa se expresaban o se activaban en todas las células, aún cuando esas células variaban drásticamente en cantidad de grasa almacenada, desde cero en algunos casos hasta muchísima en otros.


Ji-Xin Cheng (Universidad Purdue) y sus colaboradores, examinaron un proceso biológico llamado adipogénesis, utilizando cultivos de una línea celular llamada 3T3-L1, que a menudo se emplea para estudiar las células grasas. En la adipogénesis, estas células dan lugar a grasa.

“Este trabajo respalda un nuevo punto de vista que plantea que no toda la información biológica en las células se codifica en los planos genéticos”, explica Thuc T. Le, del equipo de Cheng. Los investigadores descubrieron que la variabilidad en el almacenamiento de la grasa depende de cómo las células 3T3-L1 procesan la insulina, una hormona secretada por el páncreas tras las comidas para estimular la absorción de la glucosa desde la sangre hacia el hígado, los músculos, o las células grasas.

Los investigadores determinaron que las diferencias en el almacenamiento de la grasa no dependen de la expresión de los genes, sino de las variaciones en una cascada de eventos que tienen lugar en una vía de señalización de la insulina. Esta vía permite a las células tomar la glucosa de la sangre.

Una pequeña variación hacia el principio de la cascada puede conducir a diferencias notables en el almacenamiento de la grasa al final de dicha cascada.


Fuente: Purdue U.
http://news.uns.purdue.edu/x/2009a/090414ChengFatgenes.html