lunes, 5 de febrero de 2007

MI PRIMER DÍA DE VIDA



Hoy se cumplieron 17 días de mi operación y además regresé a casa con mi familia.

Hoy también es el día de mi santo.

Normalmente hubiera cumplido 47 años, pero, luego de la excelente cirugía que me hizo Adolfo con su ingenioso “candado” por el cual me estoy alimentando, al que ahora conocemos como Yeyuno estoy vivo, pues por esas cosas de las estadísticas fui uno de esos casos raros a los que por alguna causa ajena sufrió de fístula, pero que Adolfo la supo encarar como nadie.

Es por eso que hoy es mi primer Día de vida.

Nueva vida regalada por Dios y Adolfo.

Muy pronto estaré nuevamente con ustedes.

Les dejo un pensamiento que sé que entenderán de sobra los que ya fueron operados y que recomiendo tengan muy en cuenta los que se van a operar, pues van a necesitar mucho de ustedes mismos y de sus seres queridos, NO LO OLVIDEN.

A ESO

A eso de caer y volver a levantarte,
de fracasar y volver a comenzar,
de seguir un camino y tener que torcerlo,
de encontrar el dolor y tener que afrontarlo.
A eso..., no le llames adversidad, llámale

SABIDURÍA

A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,

de tener el agua al alcance de tus labios

y

que tu vida dependa de no beberla
de aspirar y no poder,
de querer y no saber,
de avanzar y no llegar.
A eso..., no le llames castigo, llámale

ENSEÑANZA

A eso de pasar juntos días radiantes,
días felices y días tristes,
días de soledad y días de compañía.
A eso..., no le llames rutina, llámale
REGALO DE DIOS

A eso de perdonar cuando no deseas, de dar cuando tú mismo necesitas, de reír cuando lo que quieres es llorar, de continuar cuando todo parece perdido, de reconocer un error sinceramente.

A eso…, no le llames resignación, llámale

VALOR

A eso, de que tus ojos miren y tus oídos oigan,
y tu cerebro funcione y tus manos trabajen,
y tu alma irradie, y tu sensibilidad sienta, y tu corazón ame...
A eso..., no le llames poder humano, llámale
MILAGRO DIVINO