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La Organización Mundial de la Salud (OMS) procura limitar la obesidad en el mundo instando a las autoridades de todos los países a estudiar posibles impuestos a las comidas o bebidas perjudiciales para la salud.
Los países miembros de
la agencia de salud de la ONU decidieron adoptar el plan de acción
contra enfermedades como las afecciones cardiovasculares, el cáncer o la
diabetes crónica. El plan procura modificar modos de vida considerados
perjudiciales, que incluyen fumar, consumir alcohol o comer alimentos
que pueden dañar la salud y propiciar enfermedades no contagiosas, con
el fin, entre otras cosas, de frenar el alza de la obesidad en el mundo
hacia 2020.
Según datos oficiales, en 2008, más de
uno de cada diez adultos en el mundo era obeso. De los países ricos, el
más afectado por la obesidad era EEUU, seguido por Nueva Zelanda,
mientras que la población de Japón era la que menos padecía sobrepeso.
Los países de habla hispana más afectados por la gordura eran México,
España, Argentina, Cuba y Brasil.
Para mejorar la
salud de sus estudiantes, el Gobierno de Perú promulgó el 16 de mayo una
polémica ley a favor de la venta de comida saludable en los colegios y
el Parlamento uruguayo, por su parte, trata la aprobación de una norma
que tiene por objetivo eliminar la “comida chatarra” en las escuelas y
liceos del país.
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