miércoles, 28 de marzo de 2012

Cirugía gástrica parece ser la única salvación contra la diabetes en obesos

La cirugía gástrica para restringir la ingesta de alimentos parece ser la única salvación para las personas con sobrepeso y obesidad que buscan combatir la diabetes.

La cirugía gástrica para restringir la ingesta de alimentos parece ser la única salvación para las personas con sobrepeso y obesidad que buscan combatir la diabetes, según dos estudios publicados el lunes.

El primer estudio, denominado STAMPEDE, fue realizado en Estados Unidos en 150 personas con distinto grado de obesidad y presentado en la conferencia anual del Colegio Estadounidense de Cardiología (ACC, por su sigla en inglés), que tiene lugar desde el sábado.

El segundo estudio se llevó a cabo en Italia en 60 diabéticos con sobrepeso u obesidad y edades de 30 a 60 años.

Ambos ensayos clínicos fueron publicados simultáneamente en la versión online de la revista médica New England Journal of Medicine.

"Durante casi un siglo tratamos la diabetes con píldoras e inyecciones (de insulina) y el estudio STAMPEDE es uno de los primeros en demostrar que la cirugía bariátrica en algunos pacientes podría ser mucho más eficaz que los fármacos", señaló Philip Schauer, profesor de cirugía en la Clínica Cleveland (Ohio, norte), que dirigió este ensayo clínico.

La cirugía bariátrica es el conjunto de intervenciones quirúrgicas para tratar la obesidad.

También hizo hincapié en que la diabetes, una verdadera epidemia, es un factor importante de riesgo cardiovascular.

Para el estudio STAMPEDE, los 150 participantes, 66% de ellos mujeres, con una edad promedio de 49 años, fueron divididos en tres grupos.

  El primero fue sometido a un tratamiento médico intensivo que combinaba ejercicio, dieta y medicación.

El segundo grupo, además de recibir fármacos contra la diabetes, fue sometido a una cirugía de bypass gástrico. Esto implica la reducción del estómago de 2 o 3% de su volumen original y la creación de una desviación en el tracto digestivo para disminuir la absorción de los alimentos.

Al tercer grupo, además de darle medicación, se le hizo una gastrectomía, para reducir el volumen del estómago en un 75 a 80%.

Un año más tarde, los participantes que habían sido sometidos a uno o los otros procedimientos bariátricos tenían entre tres a cuatro veces más probabilidades de controlar su diabetes que el grupo de control.

Además, los pacientes en los dos últimos grupos perdieron mucho más peso y redujeron su dependencia a los fármacos contra la diabetes.

"La mejora entre los que sometieron a las dos intervenciones quirúrgicas fue tan rápida que muchos pacientes podrían dejar de tomar su medicación para la diabetes antes de salir del hospital", dijo Schauer.

Según él, este enfoque podría significar grandes cambios en el tratamiento de algunos pacientes diabéticos, muchos de los cuales nunca lograban controlar la enfermedad.

Los resultados del segundo estudio clínico, realizado por Mingrone Geltrude de la Universidad Católica de Roma, resultaron igualmente alentadores.

Dos años después de las intervenciones, no se observó ningún tipo de remisión de la diabetes en el grupo de control. Por el contrario, el 75% de las personas que se sometieron a cirugía de bypass gástrico y el 95% sujeto de otros procedimientos quirúrgicos superaron su diabetes.

Para Schauer estos resultados sugieren que incluso los pacientes que no son realmente obesos podrían beneficiarse de estas intervenciones.

Alrededor del 80% de los 23 millones de estadounidenses adultos diabéticos son obesos o podrían serlo y muchos podrían beneficiarse de la cirugía bariátrica, de acuerdo con estos médicos.

Pero, dijo Schauer, estas intervenciones no están exentas de riesgo, destacando una mayor tasa de complicaciones en ambos grupos.

En un editorial publicado en la revista científica The New England Journal of Medicine, Paul Zimmet del Instituto Baker del Corazón y la Diabetes de Melbourne (Australia) dijo que "estos dos estudios probablemente revolucionen el tratamiento de la diabetes".
 
Fuente: El Universo

lunes, 26 de marzo de 2012

Hormonas del hambre, claves para entender la obesidad

dos mujeres obesas
La concentración de hormonas del hambre es con frecuencia diferente en las personas que sufren de obesidad.
Las hormonas que controlan nuestro apetito pueden revelar nuevas maneras de luchar contra la obesidad, de acuerdo con un grupo de científicos que analiza cómo el cerebro ayuda a regular lo que comemos.
Marilyn Walsh, una londinense de 38 años y 133 kilos, sintió que había perdido la batalla contra su peso y tenía cierto aire fatalista sobre su futuro.
"Mi tío pesaba 222 kilos", dijo. "Sufrió por cuenta de su peso toda su vida: tuvo problemas en sus piernas, dejó de caminar, desarrolló diabetes y tuvo muchos otros problemas. Y sí, murió por su peso".
Con el antecedente claro de su tío, ¿por qué Marilyn no era capaz de reducir su peso con dietas?
"Sería un poco como preguntar por qué un alcohólico no puede dejar de beber o por qué un fumador no puede dejar de fumar. Es exactamente igual", dijo esta ama de casa.
"Es algo que he tenido toda mi vida. Siempre estoy con hambre y siempre quiero comida".


Deseo constante

Todo el mundo sabe lo que se siente tener hambre, pero no todos pueden entender lo que significa tener un deseo constante de comida e incapacidad para sentirse satisfecho, de la manera en que lo describió Marilyn.
¿Pero qué es lo que es tan distinto en personas como esta británica?
En los últimos seis meses, Marilyn se sometió a una operación para reducir su peso, pero no sólo ella salió beneficiada. De paso, el procedimiento ayudó a revelar algunos aspectos sorprendentes sobre los mecanismos que controlan nuestro apetito.
marilyn

Marilyn Walsh pesaba 133 kilos antes de someterse a una operación de bypass gástrico.
Carel Le Roux, de la facultad de medicina del Imperial College y doctor del hospital King's College, ambos en Londres, estudia la obesidad y los procesos subyacentes que ayudan a controlar las decisiones que tomamos para comer (o para comer demasiado).
En 2001, la unidad de investigación en Imperial College descubrió pistas clave. Identificaron dos hormonas previamente desconocidas llamadas PYY (péptido YY) y ghrelina, que parecen jugar un papel en nuestras sensaciones de llenura y hambre.
La ghrelina se vinculó con la sensación de hambre y el PYY, con la llenura.
"Esto comenzó totalmente un nuevo capítulo porque por primera vez entendimos que la barriga puede hablar con el cerebro e influenciar cuán hambrientos o llenos estamos", dice Le Roux.
Le Roux encontró que la concentración de hormonas del hambre es en algunos casos significativamente diferente en muchos pacientes obesos, si se compara con personas delgadas.
Su PYY, que debería decirles cuándo parar de comer, no funciona bien. En vez de ello, sus hormonas están generando que se sientan siempre hambrientos, tal como lo describió Marilyn.


Intervención drástica

"Siempre estoy con hambre y siempre quiero comida."
Marilyn Walsh.
En octubre del año pasado, Marilyn se sometió a un bypass gástrico. Ella y sus doctores habían decidido que para un caso como el de ella, una operación podía ser la única posibilidad.
El procedimiento quirúrgico consistió en cortar su estómago en dos partes y conectar sólo la parte más pequeña a su intestino delgado. En términos prácticos, su estómago pasó de tener el tamaño de un puño al de un pulgar.
Es una operación drástica. Por un lado, ella nunca podrá volver a comerse un plato completo. Por el otro, afectará su peso de manera radical.
Pero Le Roux tenía una intención adicional cuando hizo la operación. De acuerdo con su investigación, este procedimiento tiene un efecto secundario poderoso e inesperado.
Además de reducir el estómago del paciente, la operación también reorganiza el balance de las hormonas.
Lo que significa que, por primera vez en su vida, Marilyn está en capacidad de dejar de pensar como una persona gorda y pensar (y comportarse) como una delgada.


Actividad cerebral

Algunas semanas después de su operación, Marilyn ya había perdido más de 25 kilos. Pero lo que parecía más importante era cómo había cambiado su gusto.
"Ya no me gusta lo dulce ni lo grasoso. Lo grasoso no me apetece más", dice.
"Y la grasa en el paladar, eso era horrible. Tratar de eliminar eso toma mucho tiempo".
""Los pacientes dicen: 'doctor, ¿acaso dónde fue la operación? ¿Operaron mi estómago o mi cerebro? Pues yo ya no me siento con hambre. Cuando sí como me siento lleno, y todos esos cambios han ocurrido verdaderamente en mi cabeza'"."
Carel Le Roux, Hospital King's College, Londres
El cambio de Marilyn no es inusual, según Le Roux.
"Los pacientes dicen: 'doctor, ¿acaso dónde fue la operación? ¿Operaron mi estómago o mi cerebro? Pues yo ya no me siento con hambre. Cuando sí como me siento lleno, y todos esos cambios han ocurrido verdaderamente en mi cabeza'".
La siquiatra Samantha Scholtz ha estado investigando cómo el cerebro responde frente a diferentes tipos de comida.
Les muestra a sus pacientes imágenes de comida "saludable" y "no saludable" mientras una resonancia magnética mide cómo reacciona el cerebro.
Encontró que los pacientes obesos tienen una actividad cerebral considerable. Áreas del cerebro estimuladas incluyen la corteza orbitofrontal -asociada con la retribución- y otras áreas asociadas con la adicción y con una respuesta emocional a la comida.
Pero lo que sorprendió fue cómo esa respuesta cambió en pacientes que habían tenido una operación de bypass gástrico. Su actividad cerebral cambió totalmente.
En efecto, con la operación de bypass gástrico estamos cambiando fundamentalmente el cerebro de una persona", dice Scholtz.
"Su reacción al ver comida con muchas calorías es diferente, y eso es lo que en últimas impulsaría sus decisiones de comida para que puedan dejar de tener esa pelea con los alimentos".
La cirugía gástrica es una intervención drástica, además de controvertida. Pero Le Roux cree que en unos pocos años puede ser posible que se cambie la forma en que las personas obesas responden a la comida.
"Tal vez podamos usar otros métodos. Podemos poner cosas en el intestino grueso o podemos usar inyecciones o pastillas que hagan lo que ahora están logrando las operaciones. Si hacemos eso, eso abre toda la ciencia de la obesidad".

Fuente: BBC Horizon

viernes, 23 de marzo de 2012

Obesidad, viene desde la casa

Hoy, todas las escuelas tienen lineamientos sobre los alimentos que pueden venderse dentro de las instalaciones, ello con el propósito de no fomentar un problema de gran peso que empeora día con día: la obesidad infantil. Sin embargo, ésta es una más de las políticas al vapor que a la larga no servirán para enderezar al país y continuamos en el camino correcto para colapsar al sistema de salud y poseer una de las sociedades más gorditas del planeta.
Ello en opinión del politólogo Jorge Javier Romero, quien en su libro Obesidad, ¿qué hacer? Políticas al vapor, problema de peso, expone que el sobrepeso requiere soluciones que van más allá de atacar a la industria de los alimentos, “los niños no engordan en las escuelas, lo hacen en sus casas a lado de sus padres”, dijo en entrevista.
La genética, falta de actividad física y un cambio en la oferta de entretenimiento han sido la combinación perfecta para que hoy México sea el ganador de más niños con sobre peso y obesidad.
La especie humana evolucionó con escasez de alimento y mucha actividad física. Durante 150,000 años, los seres humanos fueron recolectores y luego, 10,000 años más, agricultores. El cazador o el recolector de antaño ahora tienen tataranietos y choznos que están detrás de un escritorio y un mostrador.
Entender y hablar del problema de obesidad en el país requiere ampliar el pensamiento más allá de asignar un culpable y entender que se trata de un conjunto de modificaciones culturales y en la economía global.
REVOLUCIÓN TECNOLÓGICA
Y... OBESOGÉNICA
En Estados Unidos, a principios del siglo XX, 75% de la población era rural y sólo 25% era urbana; en cambio hoy, sólo 5% de la población se dedica a la agricultura y esta nación es el principal exportador de alimentos en el mundo.
Las crisis malthusianas, teoría que establece que el crecimiento de la población se efectúa de manera geométrica mientras los recursos para la supervivencia se hacen en progresión aritmética, sólo comenzaron a superarse durante el último siglo y en México es un fenómeno que tiene escasos 60 años, “ha habido una revolución tecnológica que ha hecho que tengamos una disponibilidad de alimentos como nunca en la historia”.
No es la importación de productos lo que está provocando la obesidad en México, explica el experto, en el país existe un cambio cultural que ha promovido una oferta de alimentos tremendamente obesogénica que se gesta en la economía informal: tortas de tamal, tacos fritos, quesadillas remojadas en manteca; las denominadas fritangas y antojitos mexicanos.
La división del trabajo y economía en el país se ha modificado en las últimas décadas de tal manera que ambos padres de familia salen a trabajar, imposibilitados de cocinar en casa. “Ahora la gente come fuera, a la hora que puede, con los que puede”.
Echarle la culpa a las grandes cadenas es limitar las soluciones. La industria puede normarse y conseguir pactos; sin embargo, la economía informal ha sido incapaz de regularse.
El problema aquí es la oferta, “¿Y cómo combatirla?”, cuestiona el especialista. Y se contesta que lo ideal sería que el Estado pusiera reglas tanto a los vendedores ambulantes como a las empresas, pero en realidad la política de prohibición no resuelve el verdadero problema de salud, por ende, lo que debe hacerse es educar a la población, sugiere el autor de Obesidad...
Lo fundamental es que hay que educar la demanda y, para ello, tiene que haber grandes campañas públicas que se enfoquen en enseñarle a la gente a comer.
“En lugar de andar gastando dinero en decirnos que los políticos hicieron lo que tenían que hacer para vivir mejor, si el Estado gastara todos esos recursos públicos en campañas de sanidad, a lo mejor comenzaríamos a ver resultados”.
AHORA, HASTA JUGAR ENGORDA
Por otro lado, agrega Romero, la oferta de entretenimiento no ayuda; hace unos 30 años sólo había un canal de televisión para niños y los menores procuraban las calles y parques para jugar.
Los programas infantiles se han multiplicado, las consolas de videojuego y las computadoras promueven diversión con sedentarismo.
El principal problema de salud que posee México es la obesidad y para combatirla se requieren campañas de prevención en las que se explique claramente qué es este mal, qué implicaciones tiene y cómo limitando los alimentos altos en grasas y carbohidratos para momentos especiales, como era en el pasado, se tendrá mejor calidad de vida.

Fuente. El Economista.com

jueves, 22 de marzo de 2012

La mejor alimentación infantil para prevenir la obesidad

Durante mucho tiempo se ha debatido cuál es la mejor forma de introducir a los niños a los alimentos sólidos después de que dejan el período de amamantamiento.
Bebé comiendo
Introducir sólidos con porciones de alimentos que el bebé coma solo puede proteger contra obesidad.
Los estudios hasta ahora se habían centrado en cuál es el mejor momento para dejar de amamantar y no cuál es la mejor forma de introducirlos a la alimentación.
Ahora una nueva investigación revela que lo mejor es ofrecer a los bebés una selección variada de porciones pequeñas de alimentos sólidos -como bocadillos- y dejar que ellos elijan sus favoritos.
Esta libertad de elección, afirman los investigadores de la Universidad de Nottingham, Inglaterra, no sólo tendrá un impacto positivo en la formación de hábitos sanos de nutrición, sino además protegerá al niño de una futura obesidad o sobrepeso.
Las recomendaciones de los expertos sanitarios afirman que la mejor alimentación en los primeros meses de vida es la leche materna y el consejo para las madres es que amamanten a sus bebés durante seis meses.
Pasado este período la forma tradicional de introducir a los infantes a la alimentación es darles purés o papillas variadas que la madre selecciona.
Pero el nuevo estudio, publicado en BMJ Open (Revista Médica Británica), encontró que es mejor dejar que sean los bebés los que elijan sus propios alimentos.
Esta forma de introducir la alimentación sólida puede ayudar a mantener un peso sano y proteger contra la obesidad más tarde en la vida, agregan.

Selecciones sanas

"Nuestros resultados sugieren que los infantes que se destetan con un enfoque de alimentarse solos con sus propias elecciones aprenden a regular su consumo de alimentos en una forma que conduce a un menor IMC (índice de masa corporal) y a una preferencia por los alimentos sanos, como carbohidratos"
Dra. Ellen Townsend
El estudio siguió a 155 niños de entre 20 meses y 6,5 años, cuyos padres completaron cuestionarios detallados sobre los hábitos alimenticios y preferencias de sus niños.
Entre los infantes, a 92 se les permitió alimentarse solos (con las manos) con bocadillos de alimentos variados y 63 fueron alimentados por sus padres con papillas a cucharadas.
Todos los niños recibieron durante el período de estudio alimentos de todos los grupos: carbohidratos, frutas y verduras, proteínas y productos integrales.
Los científicos sólo encontraron diferencias "significativas" en uno de los grupos alimenticios incluidos en el sondeo.
Los resultados mostraron que los niños que se alimentaron solos solían comer más carbohidratos que los niños alimentados con papillas.
Los carbohidratos eran los alimentos favoritos de estos niños.
Sin embargo, entre los niños alimentados con papillas, los alimentos favoritos eran los dulces.
"Se observó esta preferencia a pesar del hecho de que junto con los alimentos dulces, los niños alimentados con papillas recibieron más a menudo carbohidratos, frutas y vegetales, proteínas y alimentos integrales que los niños que se alimentaron con bocadillos" afirman los autores.
Al final del estudio se encontró que más niños alimentados con papillas tenían sobrepeso o eran obesos que los niños que comían bocadillos solos.
E incluso cuando se tomaron en cuenta factores como los socioeconómicos, o el peso al nacer y el peso de los padres, siguieron observándose los mismos resultados.
Tal como señala la doctora Ellen Townsend, quien dirigió el estudio, "nuestros resultados sugieren que los infantes que se destetan con un enfoque de alimentarse solos con sus propias elecciones aprenden a regular su consumo de alimentos en una forma que conduce a un menor IMC (índice de masa corporal) y a una preferencia por los alimentos sanos, como carbohidratos".
"Esto tiene implicaciones en el combate del bien documentado incremento de obesidad en las sociedades contemporáneas", agrega.

Fuente: BBC Salud.

jueves, 8 de marzo de 2012

Hallan gen anticáncer que combate la obesidad

Durante varios años los científicos han sospechado que un mismo proceso biológico es responsable de dos grandes trastornos en el organismo: el cáncer y el envejecimiento.


El hallazgo podría conducir a un tratamiento contra cáncer y obesidad.
Y ahora, una nueva investigación descubrió que este mismo proceso parece jugar un papel también en la obesidad.
En experimentos con ratones, científicos del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas de España (CNIO), descubrieron que los animales que tenían un grupo de genes que se sabe tienen un efecto protector de cáncer no sólo lograron vivir más sino resultaron más delgados que los que comían menos que ellos.
Los científicos estaban investigando inicialmente el vínculo entre el gen protector de cáncer y su efecto en la longevidad.
Pero "la verdadera sorpresa", afirma el estudio publicado en Cell Metabolism, fue el impacto de estos genes en la obesidad, lo cual a su vez tiene consecuencias beneficiosas para prevenir trastornos como diabetes y enfermedad cardiovascular.
Se sabe que las mutaciones en un grupo de genes, llamados Pten, conducen al desarrollo de varios tipos de cáncer.
Una proteína que codifican estos genes actúa como supresora de tumores evitando que las células se desarrollen y dividan de forma anormal.

Triple protección

El doctor Manuel Serrano y su equipo querían analizar si los genes Pten tenían también otros efectos beneficios protectores.
Los científicos crearon ratones genéticamente modificados que poseían dos veces el nivel normal de proteína Pten.
"Lo que estamos viendo es que los genes supresores de tumores no sólo protegen contra el cáncer sino también contra el daño que se acumula en el organismo con el paso del tiempo"
Dr. Manuel Serrano
Como se esperaba, los animales resultaron ser más resistentes al cáncer que el grupo de ratones no transgénicos, y también lograron vivir 12% más tiempo que aquéllos.
Según los investigadores, la proteína Pten tuvo un impacto directo en la longevidad de los animales, porque además de que nunca desarrollaron cáncer, mostraron menos síntomas relacionados con el envejecimiento.
Pero lo que sorprendió a los investigadores fue que los ratones transgénicos con la dosis doble de Pten, que durante el experimento comieron más que los animales no modificados, resultaron en promedio 28% más delgados.
En pruebas posteriores, los científicos observaron que los animales modificados eran más sensibles a la hormona insulina, lo cual redujo su riesgo de desarrollar diabetes, y también su hígado resultó más resistente que lo normal a una dieta grasosa.
Tal como explican los investigadores, esto se debe que la proteína Pten parece activar la producción de la llamada grasa marrón, la cual se sabe que ayuda a quemar la grasa maligna, la blanca, que se acumula en la cintura y que es el tejido adiposo más perjudicial para el organismo.
"La capacidad de la proteína Pten de activar la grasa marrón -dicen los autores- explica la delgadez de los ratones que tenían copias adicionales del gen".
"Lo que estamos viendo es que los genes supresores de tumores no sólo protegen contra el cáncer sino también contra el daño que se acumula en el organismo con el paso del tiempo" afirma el doctor Serrano.
El científico cree que el hallazgo podría conducir a nuevas terapias que no sólo protejan contra el cáncer sino ayuden a combatir la obesidad e incluso incrementen la longevidad.
Ahora es posible, dice el investigador, "imaginar una píldora que aumente nuestros supresores tumorales o una que nos haga quemar el exceso de nutrientes".

Fuente: BBC Salud

martes, 6 de marzo de 2012

La diabetes: Una enfermedad metabólica inducida



Desde el año 1879 se descubre el primer endulzante artificial.


 A partir del año 1980 se inicia la elaboración de la hormona insulina con biotecnología a través de ingeniería genética con inversión de más de 700 millones de dólares, la cual se empieza a comercializar en el año de 1982,coincidencialmente en este período se implementa el uso de los edulcolorantes artificiales por autorización de la FDA y la OMS-tan es así  que entre  los años 1980 y 2011 se triplicó el porcentaje de afectados por esta “enfermedad incurable y de causas desconocidas”, manejando la falacia de causas autoinmunes o de un “mecanismo complejo que no se ha podido establecer”.


La diabetes comercial se produce, cuando en el mundo existen más de 1,5 millones de productos alimenticios, medicamentos y refrescos que contienen edulcorantes artificiales, los cuales al llegar al organismo, engañan al cerebro y al páncreas, que desencadena una producción de insulina destinada a regular el aporte de azúcar y como consecuencia de esto se produce  un estado de hipoglucemia. Después que el organismo identifica que no se trata de azúcar natural, cuando se ingiere nuevamente los edulcorantes artificiales, se reducen las secreciones de insulina, el problema surge cuando se vuelve a ingerir azúcar natural, ya que el organismo quedó preparado para los edulcorantes artificiales, y continuará provocando así que se incrementen los valores de glucosa en la sangre, con estas variaciones de hipoglucemia y de hiperglucemia, se provoca “caos dentro del funcionamiento pancreático”. Lo curioso de esto es que los endulzantes artificiales vienen mezclados con azúcares naturales, ¿será para mantener el negocio de la insulina y similares? Pero hay otro detallito: los endulzantes artificiales son elaborados con metanol (veneno: daños a órganos), y otros  derivados del alquitrán de hulla (bencenos, toluenos: cancerígenos). Eso estamos consumiendo, por ello tenemos  niños obesos, diabéticos, con artritis juvenil, con “enfermedades raras”.  Llamadas “degenerativas” con el sofisma de “genéticas” o “autoinmunes”. Es decir, la diabetes se presenta cuando el organismo no reconoce los endulzantes naturales, ya que el páncreas  y el cerebro han sido engañados y desinformados para que repondan sólo a los endulzantes artificiales Para mi concepto.la diabetes es una sola, la comercialización de la salud ha hecho varias clasificaciones de acuerdo a sus interés de mercado, es un caso anómalo que se haya triplicado el porcentaje de diabéticos, justamente desde el mismo año en que se empieza a comercializar la insulina fabricada con ingeniería genética y que justamente se haya nombrado en la FDA a un personaje que tiene mucha relación con las industrias de los edulcorantes y con la industria farmacéutica. Es más lamentable que prestigiosos endocrinólogos sugieran el consumo de endulzantes artificiales y se imponga su consumo a través del Código de alimentos autorizado por la ONU a través de la OMS.


Ninguna autoridad de salud o académica se pronuncia al respecto, sino que andan en el limbo buscando la etiología  de la diabetes en dónde no deben. Sin embargo el tratamiento debe seguir una pauta de reencauzar  al organismo a que reconozca nuevamente los endulzantes naturales mediante lo que he denominado reseteo pancréaticoneurocerebral ,el cual se trata de un proceso de desintoxicación e ir empezando a introducir gradualmente los endulzantes naturales con miel de abejas(no transgénica),melaza, panela(que no contenga aditivos químicos, menos con azúcares elaboradas con cereales y tubérculos transgénicos). Les aconsejo seguir consumiendo bebidas con endulzantes naturales(miel, melaza, panela),para que el páncreas no se vuelva perezoso y responda a éstos endulzantes naturales, lo mismo que el cerebro vuelva a recuperar su actividad neurotransmisora para reconocer los endulzantes naturales, para que se restablezca el suministro de insulina por parte del páncreas y el hígado pase a almacenar la  glucosa  y el metabolismo redirija los excesos hacia el tejido adiposo, el cual quedará disponible como reservas de energía para desempeñarnos en nuestras actividades, o si tenemos muy poca actividad tratar de consumirla en forma de ejercicios físicos.

Además debemos  consumir productos que contengan aminoácidos esenciales como la valina que ayuda a mantener en equilibrio los niveles de azúcar en la sangre pero que Infortunadamente han venido desapareciendo de nuestras dietas(ahora comprenderán los lectores  el porqué  muchas trasnacionales apoyan a los alimentos transgénicos) también ir evitando el consumo de productos que contienen endulzantes artificiales(consultar listado en internet: recuerden que son más de 1,5 millones de productos),de allí la campaña de la Liga de Diabéticos(irónicamente subsidiada por los fabricantes de edulcorantes artificiales) y especialistas de recomendar los endulzantes artificiales y los productos Light.

Se ha desinformado a la comunidad al decirle que el exceso de azúcar(no especifican cuál y en qué productos se encuentran), produce diabetes, cuando los excesos de glucosa en el organismo se almacenan en el hígado como reserva de energía bajo la forma de glucógeno y el resto pasa a formar parte del tejido adiposo. Más preocupante si en alimentos de consumo masivo se adicionan “excipientes” que inhiben los precursores y síntesis de algunas proteínas.

Si nuestros gobernantes tuvieran la más remota idea de éstos procesos metabólicos,  estrategias comerciales y de guerra aplicadas al organismo humano, serían más sensatos al sentarse a negociar Tratados de Libre Comercio.(TLC) con países que precisamente propugnan estrategias al servicio de intereses comerciales y no al servicio del ser humano, conllevando al deterioro en la calidad de vida de nuestros pueblos, poniendo en juego nuestra salud, regalando nuestra soberanía alimentaria.

Fuente: aporrea.org por  José de Jesús Tejada

lunes, 5 de marzo de 2012

Los niños que roncan tienen riesgo de problemas de conducta

Niña dormida

El apnea de sueño o los ronquidos pueden causar problemas de conducta en los niños.
Los niños que roncan, que sufren apnea durante el sueño o tienen otros problemas de respiración al dormir están en riesgo de presentar problemas de conducta, afirma una investigación.
Según los científicos del Colegio de Medicina Albert Einstein de la Universidad Yeshiva, en Nueva York, el apnea de sueño y los ronquidos incrementan el riesgo futuro de que el niño presente problemas como hiperactividad.
El estudio, publicado en la revista Pediatrics, analizó datos de unos 11.000 niños en el Reino Unido.
Según la doctora Karen Bonuck, quien dirigió el estudio, es probable que los problemas durante el sueño perjudiquen el desarrollo cerebral.
Estudios pasados calculan que uno de cada 10 niños ronca regularmente y entre 2 y 4% sufren apnea durante el sueño.
Este trastorno, uno de los problemas respiratorios más frecuentes durante el sueño tanto en adultos como niños, se caracteriza por pausas anormales para inhalar o una reducción anormalmente baja o interrupción del flujo de aire a los pulmones durante el sueño.
A menudo la responsable del apnea durante el sueño es la inflamación de las amígdalas o adenoides.
En los adultos, este trastorno puede resultar en un cansanció excesivo durante el día y algunos estudios han sugerido que problemas como el trastorno por déficit de atención con hiperactividad (TDAH) podría estar vinculado al apnea de sueño en los niños.
Ahora la nueva investigación, que estudió una muestra suficientemente amplia de niños, ofrece evidencia más clara sobre este vínculo.

Abastecimiento de oxígeno

En el estudio se pidió a los padres que completaran un cuestionario en el que debían registrar tanto el nivel de ronquidos como apnea que presentaron los niños durante sus primeros seis o siete años de vida.
"Este estudio muestra claramente que los síntomas realmente preceden a los problemas conductuales y esto es evidencia firme de que están causando estos problemas"
Dra. Karen Bonuck
Y también debían de hacer un análisis del comportamiento de sus niños.
Según la explica la doctora Bonuck, la comparación de esos datos reveló que los niños que tenían problemas de respiración durante el sueño mostraron entre 40 y 100% más probabilidades de desarrollar "problemas neuroconductuales" al cumplir los siete años.
E incluso los niños cuyos síntomas se resolvieron cuando cumplieron los 18 meses mostraron un riesgo de entre 40 y 50% mayor de desarrollar problemas conductuales a los siete años que los niños que nunca mostraron los trastornos.
Según la investigadora los trastornos de respiración al dormir pueden causar problemas conductuales por varias razones: al reducir el abastecimiento de oxigeno al cerebro, interrumpir los "procesos de restauración" de sueño o interrumpir el equilibrio de los agentes químicos cerebrales.
"Hasta ahora, realmente no contábamos con evidencia firme de que la respiración interrumpida en el sueño ciertamente era un precedente de conducta problemática, como la hiperactividad" afirma la doctora Bonuck.
"Pero este estudio muestra claramente que los síntomas realmente preceden a los problemas conductuales y esto es evidencia firme de que están causando estos problemas", agrega.
Según la investigadora estos resultados muestran que los problemas de respiración al dormir deben ser atendidos cuanto antes, incluso en el primer año de vida del niño.
Esto puede incluir un monitoreo detallado o tratamiento como cirugía de extracción de amígdalas o adenoides, dice la doctora Bonuck.
Por su parte Marianne Davey, de la Sociedad Británica de Ronquidos y Apnea de Sueño, expresa que hasta ahora no se ha reconocido la importancia del vínculo entre los problemas durante el sueño en los niños y la mala conducta.
"A menudo los padres no hacen la conexión ni lo mencionan a su médico general, así que se coloca en el niño la etiqueta del TDAH y en ocasiones incluso se le da medicamento".
"Eso no está bien, porque si se ataca el problema del sueño la conducta mejorará casi de inmediato" agrega la experta.

Fuente: BBC Salud

sábado, 3 de marzo de 2012

La Cafeína aumenta la insulina en hombres obesos

 
La obesidad se asocia con DBT 2, intolerancia a la glucosa (G) e insulinorresistencia (IR). La IR se caracteriza por aumento de la insulina (I) sérica basal, aumento de la secreción de I ante la ingestión de G y disminución de la captación de G por los tejidos periféricos. Los cambios en el estilo de vida mejoran la homeostasis de la G en obesos. Estudios previos en sujetos normopeso y obesos mostraron que la cafeína (C) aumenta la repuesta insulínica y disminuye la captación periférica de G, especialmente en el músculo. El mecanismo probable sería el antagonismo sobre los receptores de adenosina del músculo y sistema nervioso central (lo que aumenta la actividad simpática) de la C, aún en niveles fisiológicos. Sin embargo algunos estudios que examinaron la ingesta crónica de café y DBT 2, no encontraron una asociación significativa, y por el contrario algunos mostraron protección, planteando la controversia.

Los autores se plantearon como hipótesis si un programa de dieta y actividad física (AF) que mejore el control de la G e I podría mejorar la IR inducida por C.

Objetivo:

Examinar los efectos agudos de la ingesta de C sobre la homeostasis de la G e I en hombres obesos antes y después de una intervención con dieta y AF.

Métodos:

Se estudiaron 9 hombres de 19 a 34 años, voluntarios, obesos cuyo Índice de Masa Corporal (IMC) era 34±1. Los hombres no tenían DBT, no consumían drogas, suplementos ni alcohol, eran sedentarios (hacían AF menos de 3 veces semanales) y tenían peso estable.

Al inicio se analizó la ingesta, se tomaron datos antropométricos, y se evaluó la composición corporal por DEXA. En el período basal se les midió consumo de oxígeno durante el ejercicio y se les realizaron 2 pruebas de tolerancia a la glucosa (POTG).
La intervención con dieta y ejercicio fue de 12 semanas. Se redujeron 300 calorías diarias y se disminuyó el aporte de grasas al 20-30% del valor calórico total. A todos se les suspendió la ingesta de C.
Al final de la intervención los sujetos fueron reevaluados. Previamente recibieron en forma randomizada 5 mg/kg de C o placebo.

Resultados:

Luego de la intervención el peso disminuyó 8,5±1,5 kg y el porcentaje de grasa el 2,8± 0,7%. También disminuyeron la G basal, I y proinsulina. La sensibilidad a I aumentó cuando ingirieron placebo. No hubo diferencias significativas en las concentraciones de lactato séricas. Los ácidos grasos libres y el glicerol aumentaron dentro de la primera hora de ingestión de C, tanto antes como después de la intervención.
Discusión:
En este trabajo la hipótesis que la ingesta de C previa a la POTG, aumentaría la secreción de I y empeoraría la sensibilidad a la I fue corroborada.
La intervención de 12 semanas mejoró la capacidad aeróbica, mejoró el peso, bajó 13% la G basal, 40% la I, 33% el péptido C y 21% la proinsulina. En el grupo placebo la sensibilidad a I mejoró 69%, debido al cambio en la dieta y en el estilo de vida.
La otra hipótesis planteada fue que esta intervención mejoraría también la IR inducida por la C. Sin embargo, no se observó dicha mejoría. La dosis usada en este trabajo de 5mg/kg, similar a la ingesta de 3 o 4 tazas de café. El rol del consumo crónico de café y su incidencia sobre la DBT2 es controvertido, ya que algunos estudio epidemiológicos muestran protección. Actualmente existen muchas bebidas “energizantes” y otras alcohólicas, que contienen C  El impacto sobre la salud aún debe ser más estudiado.

Conclusión:

La ingesta de C empeoró la homeostasis de la G e I, en hombres obesos, aún después de una intervención de 12 semanas basada en dieta y AF. Los resultados sugieren que la C contribuye a la IR.

viernes, 2 de marzo de 2012

10 alimentos que no engordan aunque el mito diga lo contrario


Que el fumar nos mantiene más delgadas, que no podemos comer fruta antes de la comida, que el plátano y las bebidas gaseosas engordan, entre otros, son algunos de los mitos que rodean la alimentación. ¿Qué tan cierto hay en ellos? Experta nos aclara todas las dudas.

Hay que tener claro que, en términos generales, no es un alimento en particular lo que "engorda", sino que la persona que lo consume en cantidades mayores de lo que se necesita o de las calorías que gasta.
Para comenzar hay que tener claro que, en términos generales, no es un alimento en particular lo que "engorda", sino que la persona que lo consume en cantidades mayores de lo que se necesita o de las calorías que gasta.
Es entonces el exceso de energía ingerida la que se acumula como depósito: grasa corporal, que va a tener una amplia distribución, haciéndola crecer y finalmente haciéndonos engordar.
Se puede decir entonces que los alimentos que nos hacen subir de peso son aquellos que contienen más calorías por lo tanto, si son los que predominan en la dieta, aumenta la probabilidad de que la ingesta sea mayor que el gasto. Es desde esta visión que se podrían etiquetar algunos alimentos como "engordadores". Para no tener más dudas, la nutricionista Bernardita Rathkamp G., nos ayuda a aclarar dudas.
El pan y la cerveza engordan:
Falso: A pesar de que el pan tiene aprox. 270KCals/100g, sólo engorda si se consumen más de dos unidades por día. La cerveza tiene dos componentes que aportan energía: glucosa y alcohol, y dado que nadie toma un vaso solamente, finalmente engorda.
Los anticonceptivos engordan:
Falso: No, no engordan. Inducen un aumento del agua corporal del orden de los 2 a 3 kilos al inicio del tratamiento, que se pierden disminuyendo la cantidad de sal que se consume.
El plátano es la única fruta que engorda:
Verdadero: Se podría decir que sí porque su composición es más parecida a los cereales (arroz, fideos, papas) que al resto de las frutas.
Si el agua se toma durante la comida, engorda:
Falso: El agua no engorda, tiene 0 KCals. Tómese donde se tome.
El huevo frito es un plato prohibido:
Falso: Cuando forma parte de una comida (puré con huevo frito), en mi opinión, es un alimento sano. Pero la exageración y creer que 4 huevos fritos como colación es inofensivo, es un error.
Los guisos y estofados son platos con mucha grasa:
Falso: En la prehistoria de la cocina, en que los recursos culinarios eran de mala calidad. Hasta hace 50 años se cocinaba con grasa, el aceite era escaso y caro, y la carne escasa y poco agradable. Hoy en día, en que los aceites de buena calidad son baratos, que es de conocimiento general que las carnes sin grasa son más sanas, la afirmación es falsa.
El gas de los refrescos engordan:
Falso: No. El gas como entra sale. Es una exageración y un desconocimiento decir que el gas engorda. Lo que nos hace ganar peso es el azúcar de las bebidas.
Aceitunas, palta y frutos secos no son buenos para una dieta:
Falso: Estos alimentos deben necesariamente formar parte de una dieta saludable.
Los suplementos de vitaminas y minerales engordan:
Falso: No, los nutrientes que aportan no aportan calorías. Sin embargo, las megadosis pueden producir gastritis y por ese mecanismo, aumentar el consumo de alimentos.
Si dejo de fumar, engordo:
Verdadero: A menudo es correcto. Los niveles de nicotina circulantes operan como un ansiolítico, luego cuando se retira aparece lo que se llama el Síndrome de Deprivación y el ansiolítico antiguo se sustituye por uno nuevo, que frecuentemente es la comida.
 
Fuente: Terra Networks Chile