sábado, 28 de julio de 2012

Tres consejos científicamente comprobados para bajar de peso



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La restricción de las calorías que consumimos es la mejor forma de perder peso, pero todos sabemos lo difícil que es conseguirlo.
Mujer a dieta
Quienes perdieron más peso fueron las anotaron todo lo que comían en un diario.
Ahora investigadores en Estados Unidos afirman que encontraron tres medidas básicas para lograrlo: mantenga un diario de todos los alimentos que consume, no se salte ninguna comida y evite comer en restaurantes, en particular durante el almuerzo.
Los científicos del Centro de Investigación de Cáncer Fred Hutchinson llegaron a esa conclusión después de estudiar a un grupo de mujeres con sobrepeso u obesas que fueron puestas a dieta durante un año.
Los resultados publicados en Journal of the Academy of Nutrition and Dietetics (Revista de la Academia de Nutrición y Dietética de Estados Unidos) encontraron que aquéllas que siguieron esos tres consejos -y en particular las que llevaron un diario de comidas- fueron las que lograron perder más peso.
Tal como expresa la doctora Anne McTiernan, quien dirigió el estudio, "ésta es la primera vez que se mide el impacto de una serie de conductas de autocontrol en el peso corporal".
"En lo que se refiere a la pérdida de peso, la evidencia de los estudios clínicos controlados y aleatorios que comparan las diferentes dietas han encontrado que restringir las calorías totales es más importante que la composición de la dieta, como las dietas bajas en grasas o bajas en calorías".
"Por lo tanto -agrega la investigadora- el objetivo específico de nuestra investigación era identificar conductas que apoyaran ese objetivo global de restringir las calorías".

Honestidad y precisión

Para encontrar qué conductas podrían ayudar a ese objetivo se llevó un registro durante un año de 123 mujeres obesas o con sobrepeso de entre 50 y 75 años.
Todas las participantes tenían un estilo de vida sedentario.
"Un diario de comidas es una de las formas más fáciles de mantener un registro de lo que estamos comiendo. Si usted lo escribe, parece más real. Si no lo escribe, es fácil pretender y engañarse a sí misma de que no ha comido tanto "
Dra. Anne McTiernan
Para el estudio se les dividió al azar en dos grupos: uno seguiría una dieta de restricción calórica durante un año y el otro grupo seguiría la dieta de restricción calórica junto con una rutina de ejercicio.
Asimismo se les dieron una serie de consejos básicos para lograr su pérdida de peso.
En particular, se les recomendó que al llenar su diario de comidas fueran honestas y registraran todo lo que comían, que fueran precisas y registraran las porciones, que completaran detalles sobre la preparación de los alimentos y fueran consistentes, es decir que llevaran siempre su libreta para anotar su consumo.
Los resultados, al final de 12 meses, mostraron que las participantes habían perdido en promedio 11% del peso corporal que tenían al iniciar, unos 8,6 kilos.
La mayoría habían seguido dietas de entre 1.200 y 2.000 calorías diarias.
Pero las que más peso lograron perder fueron las que llevaron un diario de comidas.
Éstas perdieron en promedio 2,7 kilos más que las que no llevaron diarios.
Las que dijeron saltarse comidas perdieron 3,6 kilos menos que las que no se las saltaban.

Nada de restaurantes

Las que salían a comer a restaurantes al menos una vez a la semana también perdieron menos peso: unos 2,2 kilos más que las que no salían, en particular durante el almuerzo.
Tal como expresa la doctora McTiernan, "un diario de comidas es una de las formas más fáciles de mantener un registro de lo que estamos comiendo".
"Si usted lo escribe, parece más real. Si no lo escribe, es fácil pretender y engañarse a sí misma de que no ha comido tanto" agrega.
En cuanto a saltarse las comidas, los investigadores creen que esto provoca que el individuo "responda más favorablemente a alimentos de altas calorías y por lo tanto termine comiendo más".
La conclusión, dice la doctora McTiernan, "es que para quienes están tratando de perder peso el principal consejo, basados en este estudio, es que mantengan un diario de comidas para ayudarse a cumplir su objetivo diario de consumo".

Fuente: BBC

domingo, 22 de julio de 2012

Como regula el apetito nuestro organismo




La sensación de hambre

El apetito es el deseo de ingerir alimentos y está regulado por diferentes estructuras situadas en el cerebro. Estas estructuras o partes forman lo que se denomina centro del apetito, y sus componentes son el centro del hambre y el centro de la saciedad.

La sensación de hambre viene dada por la necesidad del ser humano de cubrir sus requerimientos energéticos. Cuando el centro del hambre se estimula, aparece la sensación de apetito, pero si por el contrario el estímulo llega al centro de la saciedad, el deseo de comer se detiene.


Quién controla las sensaciones

El nivel de azúcar en sangre o glucemia, es el encargado de enviar esos estímulos y así regular la ingestión de alimentos, por lo tanto el bajo nivel de azúcar en nuestro organismo nos induce a comer. Un ejemplo de esto es la sensación de hambre previa al desayuno.

Es importante señalar que el estómago también es un regulador del apetito, dado que cuando permanece por un largo periodo sin recibir alimentos se contrae. Cuando el estómago se contrae, el deseo de comer se intensifica, mientras que cuando hay alimentos en su interior, la señal llega al centro de saciedad y así, dejamos de comer.

Toda la regulación del apetito se produce en el cerebro, y los diferentes estímulos sensoriales generan un impulso nervioso, que actúan sobre el centro del hambre apareciendo o eliminando el deseo de comer.
Pero puede ocurrir que ciertas lesiones cerebrales en los núcleos del hipotálamo, afecten al centro de la saciedad, y así se descontrola todo el mecanismo, la persona afectada presenta por ejemplo un apetito insaciable de carácter patológico, y por el contrario los estímulos psicológicos que actúan inhibiendo el centro del hambre hacen que la persona caiga en una anorexia nerviosa.


Otros factores que afectan la saciedad

El apetito también se ve influenciado por el clima, ya que en ambientes fríos aumenta el deseo de comer. Esto se debe a que mediante esa ingestión aumentada de comida, tomamos calorías que nos permitirán mantener la temperatura corporal.

Otro recurso que repetidamente se utiliza para reducir el apetito es el tabaco, que demás está decir que es sumamente perjudicial para la salud, dados todos sus efectos nocivos.

Señalemos un caso específico como la diabetes, la sangre presenta un elevado nivel de glucemia, pero ese azúcar no puede entrar en la célula, por acción de la insulina, entonces el centro de saciedad no recibe la información para detener la ingesta de alimentos. Es por ese mecanismo que los enfermos diabéticos presentan abundante apetito, pero cuando la diabetes está controlada esa sensación de hambre desaparece.


Acostumbramiento

Decíamos antes que el estómago regula el apetito cuando se encuentra vacío generando una contracción y en consecuencia sensación de hambre, ese malestar se mantiene durante varios días, pero pasado ese tiempo las molestias desaparecen, y no se tiene sensación de hambre.

Esta falta de hambre se produce porque nuestro organismo ha comenzado a consumir o utilizar sus reservas de azúcar, y cuando las agota, comienza a degradar las reservas grasas (lipólisis). Como producto de la degradación de las grasas se produce una sustancia llamada cetona la cual suprime el apetito. Es así que la sensación de hambre desparece y se puede sobrevivir cierto tiempo sin ingerir alimentos.

En muchas situaciones las personas toman medicamentos para poder regular el apetito. A estos fármacos se los denomina anorexigenos y ejercen su acción directamente sobre el centro de la saciedad, inhibiendo el apetito. Pero a la vez que desaparece el deseo de comer, provocan varios efectos secundarios puesto que estimulan al sistema nervioso central, aumentando la tensión arterial y la frecuencia cardiaca, incluso generando vómitos, nauseas, insomnio, etc.

Debido a las serias consecuencias de estos fármacos, una persona jamás debe auto medicarse para conseguir un cambio en el peso corporal. Todo medicamento debe ser prescrito por un médico.


La mejor forma para regular el apetito

La mejor y única forma eficiente de regular el apetito es respetar una dieta equilibrada y balanceada fraccionada en 5 tomas diarias: desayuno, a media mañana una colación, comida, merienda y cena. De esta forma se regulará correcta y eficientemente el deseo de comer, ayudará a evitar el picoteo de alimentos (snacks) entre horas o la ingesta excesiva en una sola ración, quienes tienen como consecuencia un inevitable sobrepeso u obesidad.

FUENTE:ZONADIET

jueves, 19 de julio de 2012

Una bacteria para el apetito




Bacteria y apetito - Quilo de ciencia - Cienciaes.com
La conocida bacteria Helicobacter pylori ayuda a controlar el apetito.
Una de las características más interesantes de la ciencia es su capacidad para establecer relaciones causa-efecto entre hechos aparentemente muy alejados entre sí. Un ejemplo relativamente reciente de estas insospechadas relaciones lo tenemos en los efectos de la flora intestinal en nuestra fisiología y, por tanto, en nuestra salud.
La investigación sobre la flora intestinal ha revelado que esta puede afectar hasta a nuestro estado de ánimo y, por consiguiente, a nuestra sensación de felicidad. También resultó en su día sorprendente la relación entre la flora intestinal y el correcto funcionamiento del sistema inmune, fundamental para defendernos de los microrganismos patógenos que continuamente acechan en el exterior.
Otra de las relaciones insospechadas en su día es la que existe entre el desarrollo de úlceras estomacales y la infección por la bacteria Helicobacter pylori. El descubrimiento de esta relación, que valió un premio Nobel, desencadenó una ola terapéutica encaminada a erradicar a H. pylori de los estómagos de millones de personas, sufrieran de úlceras o no. Esta ola terapéutica, a su vez, ha ayudado a revelar nuevas e insospechadas relaciones entre H. pylori y la salud. Así, nuevos estudios dejan claro que existe una relación entre la erradicación de H. pylori y el desarrollo de alergias, entre ellas el asma. Al parecer, la relación entre H. pylori y nuestras defensas para mantenerla a raya es necesaria para regular el sistema inmunitario de manera correcta y evitar el desarrollo de alergias. En este sentido, se ha comprobado también que animales desprovistos de flora intestinal son más susceptibles de contraer la gripe lo que, de nuevo, indica que las bacterias que nos habitan ayudan a impedir que otros microrganismos más indeseables hagan lo mismo.
La investigación en los últimos años también ha revelado una relación entre la flora intestinal y la obesidad. De acuerdo a estas investigaciones, ciertas especies de bacterias ayudan a digerir carbohidratos complejos de una manera más eficaz que otras. Aquellas personas que poseen en su flora estas bacterias en mayor proporción son capaces de extraer más calorías útiles de los mismos tipos de alimentos, lo que les predispone a la obesidad.
HORMONAS DEL APETITO
No obstante, la obesidad no se desarrolla fácilmente si los mecanismos de control del apetito funcionan correctamente. Estos mecanismos evalúan la carga calórica que poseemos, es decir, determinan si el balance energético en un momento dado es positivo (hemos comido adecuadamente y no es necesario comer más) o negativo (tenemos hambre y es necesario comer).
Estos mecanismos dependen, por supuesto, del funcionamiento de nuestros propios genes, sobre todo de aquellos que producen hormonas reguladoras del apetito. Dos de estas hormonas son particularmente importantes. La primera es la llamada ghrelina. Esta hormona es secretada por el estómago vacío, cuando hace ya tiempo que no hemos comido, y estimula a ciertas neuronas del hipotálamo cerebral causando la sensación de hambre y, por consiguiente, la necesaria motivación para comer. La ghrelina actúa, por tanto, como hormona estimuladora de la ingesta alimenticia.
La segunda hormona reguladora del apetito importante es la leptina. Esta hormona es producida por el tejido adiposo, la grasa, pero es también secretada por el estómago lleno, y actúa igualmente sobre nuestro cerebro induciendo la sensación de saciedad, y a dejar de comer. Es claro que ghrelina y leptina actúan como dos brazos de una balanza que debe estar en equilibrio para conseguir una adecuada ingesta calórica que nos permita no perder, pero tampoco ganar peso.
H. PYLORI Y LAS HORMONAS
Sin embargo, las cosas nunca son tan sencillas, en general. La secreción de niveles correctos de ghrelina y de leptina depende del correcto funcionamiento de todos los mecanismos que ponen a funcionar de manera correcta a los genes que las producen. ¡Sorpresa! Recientemente se ha descubierto que el funcionamiento correcto de dichos mecanismos depende de la presencia de H. pylori en el estómago.
El descubrimiento se ha realizado al estudiar a pacientes tratados con antibióticos para erradicar a H. pylori y evitar así el desarrollo de posibles úlceras. Los meses siguientes a la erradicación de la bacteria, estos pacientes ganaron peso. Al analizar sus niveles de ghrelina en sangre se comprobó que estos eran seis veces superiores a los que poseían antes de la erradicación. Los niveles de leptina eran también algo superiores, pero en mucha menor proporción que los de ghrelina, por lo que el normal equilibrio entre estas dos hormonas estaba perturbado de manera que generaba un aumento del apetito, conducente a la ganancia de peso observada.
La investigación sobre las bacterias amigables que nos habitan y sus efectos sobre la salud continúa. En todo caso, la investigación ha dejado suficientemente claro que la obesidad no parece ser solo resultado del vicio voluntario de comer demasiado, o del pecado de gula. Muchos factores, algunos aún desconocidos, afectan a nuestro apetito de manera inconsciente. En el mundo de la caloría fácil en el que vivimos, para muchos la obesidad es la consecuencia natural de desequilibrios fisiológicos. En ocasiones, estos desequilibrios son causados por la propia voluntad de curar otros males que, de manera antes insospechada, afectan a nuestro apetito, a nuestras defensas e incluso pueden afectar a nuestro estado de ánimo. Solo más y mejor investigación podrá permitirnos llegar a comprender todos los mecanismos, beneficiosos o patológicos, en los que las bacterias de nuestro estómago e intestino están implicados.

Fuente: cienciaes

miércoles, 18 de julio de 2012

Lujuria alimentaria



Es increíble el efecto hipnótico que logran tener los programas de televisión donde salen cocineros. A pesar que ninguno de los televidentes realmente prepara las recetas que nos exponen, todos nos quedamos observando con asombro sus creaciones gastronómicas. No sé si es una especie de phagomania (amor a la comida y a comer) de la cual sufre la mayoría de la población, o es simplemente nuestro instinto animal más profundo que se ve atraído por la idea de alimentarse para sobrevivir, pero es asombroso abrir una de tus redes sociales y ver que todos suben fotos y comentan sobre lo que comieron, están comiendo y van a comer.

Ciertamente, los valores cristianos que nos inculcaron a la mayoría están bastante olvidados, ya que el pecado capital de la gula (vicio del deseo desordenado del placer asociado a la comida y/o bebida) prevalece como criterio para posicionarnos en el medio social. Es decir, mientras más “ricos” sean los alimentos que ingieres, más estatus social obtienes. Los usuarios del Internet se han convertido en los paparazzi de la culinaria.

Cada vez hay más comerciales relacionados a consumir calorías de forma innecesaria. Estos son muestras visuales glamorosas y espectaculares de comida con alto contenido energético, poco contenido nutricional y porciones distorsionadas, que despiertan el deseo de comer o glorificar la comida como sustituto del placer causado por el sexo. Con los efectos del food styling (especialidad de la fotografía dedicada a la comida) y el Photoshop, tu Big Mac es mucho más deliciosa en retrato que en la realidad.

Ciertamente, nuestra relación con la comida está basada en irrealidades, y es por eso que actualmente hay tantos trastornos relacionados a ello. Entre ellos, la anorexia, bulimia, obesidad (adulta e infantil), comer de forma compulsiva, y otros. Entonces, para mantener una “relación saludable” con la comida, debemos recordar que los alimentos son nuestra fuente de nutrientes para obtener energía y mantener un estado de salud óptimo. Tengamos en cuenta que cada individuo tiene requerimientos únicos. De igual manera, no nos basemos en los placeres de la comida para que sea nuestra aliada para combatir desbalances emocionales. Teniendo esto en cuenta, por favor, tratemos de no transformar una necesidad fisiológica en un desorden mental.
                                        
 
 Por Nichole Andrade.
Alumna 3er ciclo - Universidad Le Cordon Bleu  - Perú




jueves, 12 de julio de 2012

Bajé 3 kilos en 4 días, con dieta y ejercicio (actualización)


 

Esta es una actualización de mi post titulado: Las cirugías bariátricas no son mágicas ni para siempre donde les conté, que luego de haber bajado más de 80 kilos gracias a mi cirugía de swtich duodenal, y haber hecho mucha actividad física, Gimnasio, bicicleta, etc. llegué a bajar de tallas de pantalón , de casi 60 a 32, eso pesando entre 80 u 85 kilos, pues todo ese peso se había convertido en músculo.

Lamentablemente, debido a varios factores tuve que dejar la actividad física, (nunca hice dietas luego de mi operación), y por mi trabajo, como fotógrafo y diseñador gráfico, me la pasé más de 3 años sentado frente a la computadora, y como es lógico, empecé a engordar nuevamente.

La novedad en este post es que finalmente me puse en manos de la excelente nutricionista Daniela Ballesteros, y una vez en su consultorio me di con la terrible sorpresa que mi peso era de 104.1 kg, y  no de 100 como yo pensaba, además mi IMC estaba en 34.7 y mi porcentaje de grasa en 37%.

Visto esto , ella me dio una dieta, buena, deliciosa, no para matarse de hambre, es más, tengo que comer cada 2 horas, incluso algunos tipos de grasa, y lo mejor de todo es que esto de dieta recetada es sólo hasta la antes de la cena, pues en la cena puedo comer lo que siempre comía, es decir lo que hacen en casa para todos, es más hasta puedo comer chocolate, pero eso sí con un alto porcentaje de cacao, mínimo con 70% de cacao, pues los otros con menos porcentaje me engordarían como a un globo.

Debo recordar que no pongo aquí mi dieta, pues cada persona es diferente y las dietas tienen que ser personalizadas, además yo soy operado del estómago y bajo más fácilmente que una persona no operada, o que tiene una operación diferente al swtich.

Bueno: aquí las novedades, luego de 4 días de estar en manos de la Licenciada Ballesteros, mi peso ha bajado de 104.1 a 101 Kg., mi IMC  bajó de 34.7 a 33.7 (la meta es llegar a 25), y mi porcentaje de grasa bajó de 37% a 35.8%, ¡¡todo esto en sólo 4 días de relativa dieta, pero excelentemente manejada por una profesional como lo es la Licenciada Daniela Ballesteros, y mi rutina normal de Gimnasio, pero sé por experiencia, que los que estamos operados de swtich, bajamos fácilmente, si estamos en las manos adecuadas, aún sin hacer mucha actividad física, el gimnasio es una opción que yo he tomado, para sentirme mejor, pues, definitivamente, la actividad física te cambia la vida.

Si alguno de ustedes reside en Perú, y quiere sacar una cita con la Licenciada Daniela Ballesteros, o si viven fuera y quieren hacerle alguna pregunta de orientación vía e mail, pueden escribirle a danielaballesterosg@gmail.com   


Yo seguiré con mi régimen e iré actualizando los avances poco a poco.

domingo, 8 de julio de 2012

Aprueban fármaco como arma contra la obesidad.


Belviq

Ante la epidemia de sobrepeso y obesidad que afecta al país, Estados Unidos aprobó un nuevo medicamento para ayudar a la gente a perder peso.
El fármaco no puede ser usado por embarazadas o madres amamantando.

El fármaco, llamado Belviq, funciona suprimiendo los receptores del cerebro encargados del apetito y el hambre y hace que la gente se sienta "llena" y consuma cantidades pequeñas de comida.

La Administración de Alimentos y Fármacos (FDA) señaló que el medicamento será una "opción adicional" que será combinada con dieta y ejercicio.

Y sólo será recetado a las personas obesas o aquéllas con sobrepeso que sufren un trastorno o más vinculados a la obesidad.

Algunos expertos, sin embargo, se oponen a la estrategia de controlar la obesidad con medicamentos porque, dicen, éste es un trastorno que puede solucionarse con cambios en el estilo de vida.

Pero tal como dijo a la BBC el doctor Louis Aronne, director del programa de control de peso del Colegio Médico Weill Cornell en Estados Unidos, la aprobación de este medicamento es una herramienta valiosa en el combate de la obesidad.

"Es un paso positivo. Dada la magnitud de la epidemia de obesidad en todo el mundo y la resistencia de esta epidemia a otras formas de tratamientos necesitamos más estrategias para tratarla" expresa el investigador.

Nuevas terapias

El fármaco, sin embargo, ha sido controvertido.
En los ensayos clínicos mostró resultados "modestos" ya que los pacientes perdieron en promedio sólo 5% de su peso corporal.

Además Belviq ya había sido rechazado por la FDA en 2010 debido a preocupaciones porque en ensayos previos con animales el fármaco incrementó el riesgo de desarrollo de tumores.

"La obesidad no ha respondido ni a la dieta ni al ejercicio o la cirugía. Por eso necesitamos tratamientos que ayuden a cerrar esta brecha entre hacer dieta y ejercitarse solamente o someterse a una cirugía"

Dr. Louis Aronne

La empresa Arena Pharmaceutica, basada en San Diego, volvió a presentar su solicitud de licencia con datos más amplios y la FDA encontró "poco riesgo de tumores" en humanos que utilizaron el medicamento.

Y aprobó el fármaco para uso de adultos obesos con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más y para adultos con sobrepeso con un IMC de 27 o más si sufren un trastorno asociado como hipertensión, diabetes tipo 2 o alto colesterol.

Tal como explica el doctor Aronne, con cerca de 35% de los adultos en Estados Unidos afectados por obesidad y con los crecientes costos de salud asociados al trastorno, muchos médicos y especialistas han urgido a la FDA que dé la luz verde a nuevas formas de tratamiento.
"La obesidad -dice el experto a la BBC- no ha respondido ni a la dieta ni al ejercicio o la cirugía".

"Mucha gente ha encontrado que la dieta o el ejercicio no son suficientemente efectivos y que la cirugía es demasiado riesgosa".

"Por eso necesitamos tratamientos que ayuden a cerrar esta brecha entre hacer dieta y ejercitarse solamente o someterse a una cirugía" agrega.

Según el experto, con el ambiente que rodea hoy en día al ser humano y el estilo de vida moderno, se está haciendo cada vez más necesario contar con otras terapias para ayudar a un paciente obeso.

"Comer demasiados alimentos ricos en grasas y no ejercitarse está teniendo un impacto físico en el cerebro" explica.

"Tenemos suficiente evidencia científica de que el sistema cerebral que regula el peso corporal se daña a medida que aumentamos de peso y que necesitamos hacer algo en este sistema, con un medicamento, para tratar de ayudar a la gente a perder peso y mantener esa pérdida".

"Ahora estamos empezando a entender como ocurre este daño y eventualmente esperamos contar con mejores tratamientos".

"Pero mientras eso ocurre necesitamos ayudar a la gente que está sufriendo con el problema de obesidad" agrega.
Aunque los resultados de los ensayos, que mostraron una pérdida de peso promedio de 5% en un año, no parecen importantes, para una persona que está luchando con obesidad esa cifra es mayor que el peso promedio que se pierde con dieta y ejercicio en un año.

La FDA advierte, sin embargo, que el medicamento puede causar efectos secundarios como depresión, migraña y lapsos de memoria.

Y no podrá ser utilizado por mujeres embarazadas o amamantando.

Además, Arena tendrá que llevar a cabo otros seis estudios después de comercializar el fármaco, incluido uno sobre sus efectos a largo plazo en el corazón.
Se espera que Belviq esté disponible en 2013.

Fuente: BBC salud.

miércoles, 4 de julio de 2012

Relacionan obesidad con abuso infantil



Las adversidades que se sufren en la infancia, como una temprana vida sexual, están vinculadas con el tamaño del cuerpo adulto y la distribución del peso

 

En otro estudio se dio seguimiento a jóvenes que al reducir su peso mejoraban el concepto que tenían sobre sí mismos .
El abuso físico sufrido en la infancia y unatemprana vida sexual en la adolescencia están relacionados con un mayor riesgo depadecer obesidad en la edad adulta entre las mujeres afro-estadunidenses, concluyó un estudio.
La Academia Estadunidense de Pediatría, con sede en Chicago, publicó esta semana en su revista Pediatrics un análisis en el que aseguró que la adversidad en los primeros años de vida se relaciona con el tamaño del cuerpo adulto y la distribución del peso.
La investigación Relación del abuso en niños y adolescentes con la obesidad en la edad adulta: Un estudio de salud en mujeres negras, destacó que incluso cuando existen factores de comportamiento que explican ambas situaciones, estos no son suficientes.
Citó como ejemplo, "los comportamientos de salud, historia reproductiva, y salud mental, identifican la asociación entre abuso y obesidad, pero no por completo".
"Nuestros datos sugieren que las adversidades en la vida temprana están relacionadas con la obesidad y el sobrepeso en la vida adulta", precisó el estudio coordinado por Renée Boynton-Jarrett, de la Universidad de Boston, Massachusetts.
El equipo de investigadores se basó en el Estudio de Salud de las Mujeres Afroestadounidenses, iniciado en 1995 y que está en curso, y centró su análisis en datos correspondientes a 2005 de 33 mil 298 personas.
Los participantes completaron un cuestionario sobre su experiencia temprana de malos tratos y su actividad sexual, entre otros.
En la investigación también se aplicaron modelos sicológicos de regresión para obtener los índices de riesgo, controlando factores como historia reproductiva, dieta, actividad física, síntomas depresivos, y situación socioeconómica.
La revista médica en pediatría publicó también los resultados del seguimiento durante dos años que un equipo de investigadores de varias universidades estadunidenses le dieron al comportamiento de adolescentes en un proceso de intervención para el control de peso.
El equipo coordinado por Elizabeth E. Lloyd-Richardson, de la Universidad de Dartmouth, Massachusetts, siguió durante 24 meses la conducta juvenil en un programa de control de peso basado en la actividad o el ejercicio aeróbico, aplicado en forma aleatoria.
Al inicio del estudio, de 118 adolescentes obesos de 13 a 16 años de edad, el 68 por ciento de ellos mujeres, fueron elegidos con el propósito de recibir de una a dos intervenciones para la pérdida de peso.
Ambas intervenciones recibieron un tratamiento cognitivo-conductual, de 16 semanas, combinado con el ejercicio aeróbico o una terapia de actividad de aventura.
De los participantes, 89 adolescentes, 75 por ciento de la muestra original, completaron los 24 meses de seguimiento.
Durante ese tiempo se obtuvieron medidas antropométricas y psicosociales en tres periodos, a las 16 semanas, a los 12 y a los 24 meses, en un intento por analizar los múltiples factores que intervienen en el proceso.
Los autores concluyeron en la eficacia del control multifactorial para orientar el comportamiento en el proceso de reducción de peso de adolescentes, quienes mejoraron no sólo en el aspecto físico, sino en el concepto de sí mismos a través de los 24 meses de seguimiento.

Fuente: El Universal

domingo, 1 de julio de 2012

Las cirugías bariátricas no son mágicas ni para siempre


Yo en este blog siempre dije que la cirugía de swtich duodenal me hizo nacer nuevamente, pues gracias a ella bajé más de 80 kilos, dejé de ser diabético tipo 2 y sobre todo, dejé de ser talla casi 60 de pantalón hasta la talla 32.

Todo esto ocurrió porque yo no me quedé sólo en la cirugía, sino que, si bien no hacía dietas, entré al gimnasio e hice una fuerte rutina que convirtió toda mi grasa en músculo, es decir, pesaba 85 kilos, u 80, en mi mejor etapa, pero esos 80 kilos no eran de grasa, sino de músculo.

Estuve en esta rutina religiosamente, desde los 6 meses después de ser operado, hasta que luego de 4 años mi esposa sufrió de cáncer al seno y eso cambió mi vida, pues tenía que estar con ella en su tratamiento y así poco a poco dejé de asistir al gimnasio por 3 años, y luego, aunque ella se curó del cáncer, ya el cuerpo no me daba para regresar a mi rutina, es decir, si dejas el gimnasio por un tiempo, tu cuerpo como que ya no quiere regresar de pura flojera.

Debo decirles que yo seguí con mi vida, sin dietas ni gimnasio por 3 años, y poco a poco pero muy despacio, fui aumentando de peso, ¡¡¡hasta los terribles 102 kilos!!! Es decir estoy nuevamente en vías, de volver a ser un obeso mórbido si no me cuido de nuevo.

Lo bueno es que ya empecé a ir al gimnasio nuevamente y me he puesto en las manos de una excelente nutricionista, la licenciada Daniela Ballesteros, de quien pronto pondré sus datos en este blog para cualquier consulta o cita personal, y con la cual empezaremos, un régimen nutricional para que yo junto a su tratamiento y con el gimnasio regrese a como estaba antes de volver a subir de peso.

Debo decir, que así como todos los cirujanos te dicen que el swtich duodenal es la única cirugía con la que no tienes que hacer dietas y que máximo recuperas el 10 % del peso que tenías, en el peor de los casos. Por experiencia propia he visto que no es así y lo peor de todo es que al menos en mi país, Perú, no hay nutricionistas especialistas en nutrición de cirugía bariátrica.

La licenciada Daniela ballesteros, como excelente profesional en su campo, ha tomado el reto de no solamente bajarme de peso, sino de cambiar mi forma de vida, pues como siempre he dicho, a los gordos nos operan el estómago, pero no el cerebro, y seguimos pensando como gordos.

Así que a partir de mañana lunes 01 de Julio, estaré en sus manos e iré publicando en este blog cómo va yendo mi peso, cómo me siento y todo lo que suceda al respecto.

De esa manera, personas que estén pasando por el mismo problema que yo, puedan ver que hay una solución y que no hay que desesperarse, pues recuerden que si bien podemos engordar, al estar con el swtich duodenal, tenemos la ventaja de bajar más rápido que una persona que no lo tenga. 

Nota: no pongo aquí mi dieta, pues les estaría haciendo un daño, ya que cada dieta es personal y según los requerimientos de salud de cada paciente.

Pero pueden comunicarse con la licenciada Daniela Ballesteros vía e mail a su correo danielaballesterosg@gmail.com  para cualquier consulta o cita.