martes, 24 de febrero de 2015

Medicamentos que pueden producir calambres






A medida que pasan los años, existen más probabilidades de sufrir calambres nocturnos en las extremidades inferiores, una sensación repentina de intenso dolor que puede durar desde unos segundos hasta quince o más minutos. De hecho, algunos estudios sugieren que más de dos tercios de las personas mayores han experimentado estos dolorosos espasmos.

Los calambres nocturnos en las extremidades inferiores suelen afectar los músculos de la pantorrilla, pero también pueden producirse en los pies o en los muslos. Los calambres obedecen a diversas causas: largos períodos de inactividad (por ejemplo, quedarse sentado o parado en superficies duras durante mucho tiempo), uso de calzado incómodo o de calzado con tacones altos, deshidratación (que puede causar una reducción de los electrolitos esenciales para el adecuado funcionamiento muscular), algunas afecciones, tales como la diabetes y el edema y, por último, ciertos medicamentos.
Varios adultos mayores en una sala de espera - medicamentos que causan calambres

A continuación, se detallan los ocho tipos de fármacos que con mayor frecuencia pueden producir calambres nocturnos en las piernas. Si usted está tomando alguno de ellos y sufre calambres, debe consultar con su médico u otro profesional de la salud sobre la posibilidad de ajustar la dosis o cambiarlo por otro tipo de medicación o tratamiento.

Si no está tomando ninguno de estos fármacos, sería, de todas maneras, muy sensato consultar con su médico si cada tanto sufre algún calambre durante la noche. En la mayoría de los casos, los calambres en las piernas son inofensivos. Sin embargo, podrían ser también una señal de un problema de salud subyacente, en especial si usted además presenta debilidad muscular, inflamación, entumecimiento o dolor persistente.
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1. Diuréticos del asa de acción corta

Por qué se recetan: Los diuréticos (también denominados píldoras de agua) se utilizan en el tratamiento de la hipertensión, la insuficiencia cardíaca congestiva y el edema, entre otras afecciones. Los diuréticos ayudan al organismo a eliminar el exceso de líquidos a través de la orina.

Los diuréticos del asa de acción corta, así denominados porque son eliminados rápidamente del organismo, incluyen la bumetanida (Bumex) y la furosemida (Lasix, Puresis).

Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los diuréticos incrementan la excreción de ciertos  electrolitos —como el sodio, el cloruro y el potasio— a través de la orina. Y los bajos niveles de estos electrolitos pueden causar fatiga extrema y debilidad muscular, así como también dolores articulares, óseos y musculares.

Alternativas: Una dosis baja de un diurético de asa de acción prolongada, tal como la torsemida (Demadex), puede reducir el riesgo de pérdida de electrolitos. También podría ser de ayuda reducir el consumo de sal, hacer más actividad física y controlar la ingesta de líquidos. Sin embargo, tenga cuidado con los sustitutos de la sal, ya que casi todos contienen cloruro de potasio y también pueden causar desequilibrios electrolíticos. Asegúrese de consultar a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo plan de ejercicios.

2. Diuréticos tiazídicos

Por qué se recetan: Los diuréticos tiazídicos comúnmente se utilizan en el tratamiento de la hipertensión, aunque también se indican para tratar la insuficiencia cardíaca congestiva, el edema y otras afecciones.

Algunos ejemplos de diuréticos tiazídicos son la clorotiazida (Diuril), la hidroclorotiazida (Microzide), la indapamida (Lozol) y la metolazona (Zaroxolyn).

Por qué pueden causar calambres en las piernas: Al igual que los diuréticos de asa de acción corta (mencionados anteriormente), los diuréticos tiazídicos pueden causar una reducción de los electrolitos esenciales, lo cual produce calambres en las piernas y otros problemas musculares serios.

Alternativas: Consulte a su proveedor de asistencia médica sobre la pertinencia de cambiarlo por un diurético de asa de acción prolongada, administrado en dosis bajas —tal como la torsemida (Demadex), que puede reducir de manera significativa el riesgo de pérdida de electrolitos— , o por otra medicación antihipertensiva. También podría ser de ayuda reducir el consumo de sal, hacer más actividad física y controlar la ingesta de líquidos. Sin embargo, tenga cuidado con los sustitutos de la sal, ya que casi todos contienen cloruro de potasio y también pueden causar desequilibrios electrolíticos. Asegúrese de consultar a un profesional de la salud antes de iniciar un nuevo plan de ejercicios.



3. Betabloqueantes



Por qué se recetan: Los betabloqueantes suelen utilizarse en el tratamiento de la hipertensión y las arritmias (anormalidad en el ritmo cardíaco). Estos fármacos desaceleran el ritmo cardíaco y disminuyen la presión arterial al bloquear el efecto de la hormona adrenalina. Los betabloqueantes también se usan en el tratamiento de la angina de pecho, migrañas, tremores y, en la forma de gotas oculares, para ciertos tipos de glaucoma.
Ejemplos: atenolol (Tenormin), carvedilol (Coreg), metoprolol (Lopressor, Toprol), propranolol (Inderal), sotalol (Betapace), timolol (Timoptic) y otros fármacos cuyos nombres químicos terminan en “-olol”.
Por qué pueden causar calambres en las piernas: Durante más de veinte años, los investigadores han sabido que los betabloqueantes pueden producir calambres en las piernas, pero aún no han determinado la causa. Ciertos estudios han demostrado que los betabloqueantes pueden provocar el estrechamiento de las arterias en las extremidades inferiores y superiores, lo cual reduce el flujo sanguíneo en ellas. Esta es la razón por la cual algunas personas que toman betabloqueantes tienen las manos y los pies fríos, afección conocida como vasoconstricción periférica. (Si usted experimenta este efecto colateral, es importante que se lo comente a su médico lo antes posible). Dado que suele transcurrir un tiempo entre el inicio del tratamiento con un betabloqueante y la aparición de los calambres en las piernas —desde algunos meses hasta más de dos años—, es común que los pacientes no sospechen de la vinculación entre el medicamento y los calambres.

Alternativas: Para las personas mayores, los bloqueadores de los canales de calcio a base de benzodiacepina, otro tipo de medicación antihipertensiva, suelen ser más seguros y más eficaces que los betabloqueantes.
4. Estatinas y fibratos
Por qué se recetan: Las estatinas y los fibratos se utilizan para tratar el colesterol elevado. Las estatinas de mayor venta son la atorvastatina (Lipitor), la rosuvastatina (Crestor) y la simvastatina (Zocor); el fibrato más vendido es el fenofibrato (Tricor).

Por qué pueden causar calambres en las piernas: Ciertos estudios demuestran que las estatinas pueden inhibir la producción de células satélite en el músculo, lo cual interfiere con el crecimiento muscular. Algunos investigadores también han sugerido que las estatinas pueden, a nivel celular, reducir el nivel de energía. El dolor y la debilidad musculares en todo el cuerpo pueden ser síntomas de rabdomiólisis inducida por la estatina: la necrosis del músculo esquelético que provoca la liberación de fibras musculares en el torrente sanguíneo y, a veces, daño en los riñones. Asimismo, los adultos mayores que toman estos fármacos presentan un riesgo mayor de desarrollar sarcopenia, o pérdida degenerativa de la masa muscular y la fuerza, asociada con el envejecimiento.

Alternativas: Si usted es uno de los tantos millones de estadounidenses de edad a los que no se les ha diagnosticado enfermedad cardíaca, pero que está tomando estos medicamentos para disminuir su nivel de colesterol apenas elevado, pregúntele al médico o a otro proveedor de asistencia médica sobre la posibilidad de reducir el colesterol mediante un cambio en la alimentación. También podría intentar disminuir los niveles de homocisteína en la sangre  —vinculada con niveles de colesterol elevados— mediante una combinación de vitamina B12 en presentación sublingual (comprimido que se coloca y se disuelve debajo de la lengua) (1.000 mcg diarios), ácido fólico (800 mcg diarios) y vitamina B6 (200 mg diarios).


5. Agonistas beta-2

Por qué se recetan: Los agonistas beta-2 son broncodilatadores, fármacos que relajan los músculos lisos que rodean los bronquios y facilitan la respiración. Suelen prescribirse para aliviar los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

Los agonistas beta-2 se suministran a través de un inhalador, que proporciona una dosis medida de la sustancia en aerosol; y también en forma de píldoras o inyectable a pacientes que no pueden usar inhaladores.

Los agonistas beta-2 incluyen el albuterol (Proventil, Ventolin), el formoterol (Symbicort), el levalbuterol (Xopenex), el metaproterenol, el pirbuterol (Maxair), el salmeterol (Advair) y la terbutalina.



Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los investigadores aún no saben por qué los agonistas beta-2 pueden producir calambres en las piernas.

Alternativas: Si a usted le prescribieron un agonista beta-2 para una afección distinta de la enfermedad pulmonar, pregúntele al médico u otro proveedor de asistencia médica sobre la posibilidad de cambiar la medicación o realizar otro tipo de tratamiento. Revisiones sistemáticas de estudios realizados han determinado que los agonistas beta-2 no brindan un alivio significativo a pacientes que no sufren de enfermedad pulmonar obstructiva crónica, pero presentan un cuadro de tos o bronquitis aguda.

Si usted sufre de enfermedad pulmonar, sería conveniente que consulte con su médico sobre la posibilidad de cambiar el agonista beta-2 por un bromuro de tiotropio (Spiriva), un tipo distinto de broncodilatador de acción prolongada, una vez al día. Se ha demostrado que la Spiriva es mucho más eficaz que los agonistas beta-2 para mejorar el estado de salud general de los pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica.

6. Inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (ACE)
Por qué se recetan: Los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina (ACE) se utilizan en el tratamiento de la hipertensión, la insuficiencia cardíaca congestiva y otras afecciones. Estos fármacos ayudan a relajar los vasos sanguíneos, al evitar que el organismo produzca angiotensina II, una hormona que provoca el estrechamiento de los vasos sanguíneos y, a su vez, el incremento de la presión sanguínea.

Algunos ejemplos de los inhibidores de la enzima de conversión de la angiotensina son el benazepril (Lotensin), el captopril (Capoten), el enalapril (Vasotec), el fosinopril, el lisinopril (Prinivil, Zestril), el moexipril (Univasc), el perindopril (Aceon), el quinapril (Accupril), el ramipril (Altace) y el trandolapril (Mavik).

Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los inhibidores ACE pueden causar la acumulación de potasio en el organismo (otro tipo de desequilibrio electrolítico), lo cual puede producir calambres en las piernas y dolores articulares, óseos y musculares.

Alternativas: Si usted está tomando un inhibidor de la enzima de conversión de la angiotensina por un problema cardiovascular, consulte con su médico sobre la posibilidad de cambiarlo por un bloqueador de los canales de calcio a base de benzodiacepina, otra forma de medicación antihipertensiva, a menudo bien tolerada por los adultos mayores. Esto es particularmente importante en el caso de los afronorteamericanos y los asiáticoestadounidenses, quienes, debido a las diferencias en su sistema de renina-angiotensina, presentan una incidencia mucho mayor de efectos adversos.

Si, además de su afección, usted presenta retención de líquidos, su médico quizá quiera agregar una dosis baja de algún diurético de asa de acción prolongada, tal como la torsemida.




8. Antipsicóticos

Por qué se recetan: Los antipsicóticos se utilizan en el tratamiento de la esquizofrenia,  el trastorno bipolar y otros trastornos psiquiátricos serios. Los medicamentos antipsicóticos también suelen prescribirse para otros trastornos no mencionados en el prospecto, tales como la agitación y la depresión.

Entre los antipsicóticos más comúnmente prescriptos se encuentran el aripiprazol (Abilify), la clorpromazina (Thorazine), el haloperidol (Haldol), la olanzapina (Zyprexa), la risperidona (Risperdal) y la ziprasidona (Geodon).

Por qué pueden causar calambres en las piernas: Los antipsicóticos son potentes depresores del sistema nervioso central. Entre los efectos colaterales hallados en estudios se incluyen la fatiga, el letargo y la debilidad. Todos estos fármacos también disminuyen los niveles de dopamina, lo cual puede provocar somnolencia, rigidez muscular y calambres musculares. El déficit serio de dopamina causado por el uso continuado de antipsicóticos puede provocar rigidez muscular y trastornos de movimiento a menudo irreversibles, tales como la acatisia (necesidad imperiosa de moverse constantemente) y la discinesia tardía (síndrome caracterizado por movimientos corporales repetitivos e involuntarios).

Alternativas: Consulte a su médico u otro proveedor de asistencia médica sobre la pertinencia de reducir la dosis o cambiarlo por otra medicación, en especial si a usted le han prescripto un antipsicótico por problemas de insomnio, ansiedad o depresión.

Fuente: aarp.org