La verdad es que no estoy muy seguro de cuanto pesé exactamente el día que entré al quirófano, pues el ultimo día que me pesé, 10 días antes de ingresar al hospital pesaba 145 kilos, pero como despedida , pues pensaba que nunca más podría comer cosas ricas, (cosa por demás falsa, pues como de todo y no hago ningún tipo de dieta), me dediqué diariamente a tragar pizzas, pollos a la braza, y toda la comida chatarra que me entrara en la panzota, mañana tarde y noche, todo por delivery.
Además de tomarme innumerables litros de gaseosa e ir a todos los restaurantes que me habían recomendado, pero a los que nunca había ido.Para que tengan una idea, en 10 días gasté mas de 200 dólares en tragar y eso en mi país es mucho dinero que compra muchísima comida para sólo 10 días, así que cuando ingresé a que me hospitalizaran, pesaba , según la balanza del hospital, la increíble cifra de 156 kilos!!!!!!!
Entre los pros, están que no es necesario hacer dietas para bajar de peso y no tienes el riesgo de recuperar el peso perdido como si lo hay en las operaciones de bypass gástrico, la peligrosísima banda gástrica, etc.
Aqui no hay ese riesgo pues, además de reducirte el estómago en forma de manga, dejamdo todas sus funciones, píloro etc y no lo mutilan por la mitad como en el bypass, te achican el duodeno, en mi caso lo dejaron en 80 centímetros.
Al hacer eso, el duodeno que absorbe gran cantidad de los nutrientes, absorbe muchísimo menos, es por eso que se llama cirugía de malabsorción y no necesitas dietas, pero tienes que tomar de por vida complejos vitamínicos y comer mucha proteina para no desnutrirte, es decir, en mi caso hay ahora más peligro a desnutrirme, si me descuido, a que vuelva a engordar, esa sería la parte de los contras.
En mi caso, no he tenido nada de complicaciones a la larga, nunca he tenido nauseas, puedo comer lo que sea y nada me cae mal.
Claro que hay pacientes que no toleran cierto tipo de alimentos como los que tienen mucha grasa o condimentos, pero eso ya depende de cómo es el cuerpo de cada uno y en qué estado entraron a la operación, pues hay quienes entraron muy enfermos y con muchas complicaciones estomacales antes de ser operados. Felizmente yo soy uno de los afortunados que tengo una vida feliz y sin privaciones.
Tal vez esto se deba a que a diferencia de la mayoría de operados, yo no me he quedado inmovil (para eso no fue que me operé) yo me operé para gozar de la vida y me dedico a hacer mucho ejercicio y de hecho eso me ha ayudado bastante.
Monto 50 km diarios enbicicleta