En México, los menores con sobrepeso u obesidad podrían sufrir un
retroceso en la esperanza de vida de hasta 10 años, de acuerdo con lo que
informan expertos en el tema en la víspera del Día Mundial de la Diabetes.
Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el
promedio de vida actual en el país es de 73 años para hombres y de 76 años para
las mujeres.
Sin embargo, el doctor Arturo Perea Martínez, miembro de la Asociación
Internacional de Pediatría, destacó que los obesos desde niños pueden
desarrollar diabetes temprana al llegar a los 30 años y, dependiendo si se
cuidan o no, reducir su esperanza de vida.
De acuerdo con los estudios llamados generacionales, que se han
realizado en el ambiente médico, en el individuo que padece sobrepeso u
obesidad la situación es clara, ya que en etapa adulta vivirá 10 años menos que
sus predecesores.
“Los niños con obesidad tienen un exceso de tejido adiposo, el cual
secreta una serie de sustancias tóxicas que van degenerando el organismo y con
el tiempo provocan el desarrollo de enfermedades crónicas a temprana edad”,
explicó el pediatra.
Esta disminución de esperanza de vida, especificó Perea Martínez, va a
depender de varios factores; según diversos estudios realizados desde fines de
la década de los 80 y principios de los 90; el factor genético influye entre 40
y 70% en todos los casos, los cuales si se conjuntan con un mal estilo de vida
favorecen que el niño padezca obesidad o diabetes de manera temprana.
El especialista dijo que en el país la obesidad infantil se sitúa en el
primer escaño de las naciones que conforman la Organización de las Naciones
Unidas, pues uno de cada tres niños mexicanos tiene sobrepeso o es obeso.
ADULTOS, PROBLEMAS
Y RESPONSABILIDADES
Por su parte, la doctora Maricarmen Oses mencionó que los adultos
contemporáneos son la generación más afectada con el problema de obesidad, ya
que fue gestada en la década de los 80, cuando se dio el boom del desorden
alimentario con la oferta tan grande de productos chatarra y el crecimiento de
porciones, además de un mayor sedentarismo y estrés.
La nutrióloga destacó que de los niños con obesidad, 25% también sufre
de hipertensión; 22%, de hígado graso y de 4 a 6%, de diabetes.
Por esa razón insistió en la necesidad de que los padres fomenten en
los pequeños una alimentación balanceada y ejercicio diario para evitar esa
problemática.
Finalmente, añadió que tomando como base la realidad que vive México en
relación con el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, es de suma
importancia la intervención de los profesionales de la salud para guiar a la
población en su alimentación.
Fuente: veracruz en la noticia