Generalidades
La diabetes es una enfermedad en la cual los niveles de glucosa
(azúcar) en la sangre están por encima de lo normal. Cuando los niveles de
glucosa en sangre se mantienen elevados por un tiempo considerable, se afectan
órganos como el corazón, los riñones y los ojos. Los nervios y los vasos
sanguíneos sufren cambios también. Entre el 60% y el 70% de las personas con
diabetes tiene un tipo de daño en el sistema nervioso de leve a grave, este
daño es llamado neuropatía diabética.
Los resultados de la neuropatía diabética incluyen una falta de
sensibilidad o dolor en los pies o manos, una digestión más lenta de los
alimentos en el estómago, y otros problemas de los nervios como ardor en la
planta de los pies. Puesto que la diabetes hace que las heridas sanen con más
dificultad, es importante que usted se cuide bien los pies, y en primer lugar,
que prevenga las lesiones en los mismos. Las formas graves de enfermedad en los
nervios como consecuencia de la diabetes son una de las causas principales de
amputaciones en las extremidades inferiores.
Síntomas
Los síntomas de la neuropatía diabética aparecen gradualmente con el
tiempo e incluyen lo siguiente:
Sensación de adormecimiento,
hormigueo o ardor en los dedos de las manos, de los pies, o en ambos.
Dolor agudo que es peor de
noche.
Cortaduras, úlceras o
vesículas en los pies que no duelen tanto como debieran y que no sanan o sanan
muy despacio.
Debilidad muscular y
dificultad para caminar.
Disfunción eréctil en el
hombre.
Al existir un exceso de glucosa en la sangre, las bacterias se
desarrollan más aprisa y la infección empeora pudiendo causar gangrena húmeda.
Cuando se trata de gangrena seca (FOTO), la piel y los tejidos de alrededor de
la herida mueren sin haber infección. Esto se identifica por su mal olor y
coloración obscura.
pie diabetico
Por otro lado cuando hay daño en los vasos sanguíneos o enfermedad
vascular periférica, el oxígeno disuelto en la sangre no llega en cantidad
suficiente a los pies, lo que dificulta la curación de una herida o infección.
Para evitar que la gangrena afecte más piel y tejido, puede que el médico
necesite realizar una cirugía para cortar desde un dedo del pie, el pie entero
o incluso la pierna. Esta cirugía se llama amputación. Más del 60% de las
amputaciones no traumáticas de las extremidades inferiores se hacen en personas
con diabetes.
amputacion por pie diabetico
PUNTOS IMPORTANTES
En la población diabética,
después de los infartos cardiacos, la cardiopatía isquémica y los infartos
cerebrales; una infección, la gangrena del pie y una amputación mayor son las
complicaciones más frecuentes.
La diabetes es la 1ª causa de
amputaciones por causas no traumáticas (accidentes).
El riesgo de que un enfermo
diabético sufra una amputación menor y/o mayor en la extremidad inferior es muy
elevado con respecto a la población no diabética.
Pacientes diabéticos con más
de 10 años del diagnóstico tienen una probabilidad aproximada el 7% de una
amputación mayor y/o menor.
Entre el 40% - 50 % de los
diabéticos desarrollan a lo largo de su vida una úlcera en el pie, que en un 20
% de los casos es la causa de la amputación de la extremidad.
La pérdida de tejido puede
ser tan superficial como la piel o tan profunda como los músculos y el hueso.
La finalidad del manejo del
pie diabético es salvar la vida, conservar la extremidad y la función de la
misma; en ese orden. Se busca que el paciente mantenga su independencia. Si una
amputación es inevitable, esta se realiza con miras a que se pueda utilizar una
prótesis.
La educación del paciente, el calzado adecuado, la revisión de los pies
y visitas periódicas con su médico pueden identificar infecciones o daño en la
circulación antes de que haya una pérdida de tejido.
Informe al médico inmediatamente de cualquier problema que tenga en los
pies.
NEUROPATÍA
Se relaciona de forma directa
con el tiempo de padecer la diabetes.
Suele ser progresiva e
irreversible.
A mayor edad, mayor
prevalencia.
Dos de cada tres enfermos
diabéticos presentan algún tipo de neuropatía periférica en el momento de su
diagnóstico.
El sudor ayuda a mantener la
piel suave y húmeda. El daño a los nervios puede reducir la cantidad de sudor.
Una reducción de la cantidad de sudor en las piernas y los pies puede resecar
la piel.
La neuropatía afecta los
músculos de los pies ocasionando deformidad de los dedos (dedos en martillo) y
alterando la pisada. Para decirlo en otras palabras, el paciente comienza a
apoyarse en zonas de la planta y dedos que no están diseñados para ello
provocando callosidades y lesiones como el llamado “mal perforante plantar”.
Algunos medicamentos ayudan a
controlar los síntomas pero se ha demostrado que el adecuado control de la
glucosa da los mejores resultados.
ENFERMEDAD ARTERIAL PERIFÉRICA (EAP)
Sus arterias tienen un
interior liso y libre de obstrucciones pero, conforme envejece, las arterias se
comienzan a obstruir por un proceso llamado aterosclerosis, que es el
endurecimiento de las arterias.
Con el paso de los años, una
sustancia adhesiva llamada placa se acumula en las paredes de sus arterias. La
placa se compone de colesterol, calcio y tejido fibroso. Conforme se acumula la
placa, las arterias se estrechan y endurecen.
Eventualmente, suficiente
cantidad de placa se acumula y reduce el paso de la sangre hacia las arterias
de las piernas. Cuando esto sucede, las piernas no reciben el oxígeno que
necesitan. La EAP puede causar molestias o dolor al caminar y desaparece con el
reposo.
El dolor puede presentarse en
las caderas, glúteos, muslos, piernas o pies.
Esto recibe el nombre de
claudicación intermitente.
Es posible que a pesar de
tener afectadas las arterias no presente síntomas.
Conforme se envejece la
posibilidad de desarrollar EAP aumenta.
1 de cada 3 personas mayores
de 70 años tiene EAP.
El fumar y la diabetes
aumenta la probabilidad de desarrollar la enfermedad a más temprana edad.
¿CÓMO CUIDAR MI DIABETES?
Para prevenir problemas mantenga su nivel de glucosa (azúcar) en la
sangre tan cerca del valor normal como sea posible y siga las recomendaciones
de su médico.
Coma una variedad de
alimentos saludables. Evite los alimentos que tienen un contenido alto en grasa
y azúcar.
Mantenga un peso saludable.
Si usted está pasado de peso, su médico o nutriólogo le puede aconsejar cómo
bajar de peso sin que esto sea peligroso para su salud.
Controle su presión sanguínea
y sus niveles de colesterol.
Esté activo físicamente todos
los días. Se recomiendan 30 minutos de actividad aeróbica 4 veces por semana.
Deje de fumar, ya que el
tabaquismo empeora los problemas de circulación.
Visite a su médico con
regularidad aún cuando se sienta bien. Su médico le hará una evaluación para
ver si tiene señales tempranas de complicaciones.
Revise sus pies diariamente
en busca de ampollas, heridas, uñas enterradas o cambios de color.
No fume.
ACERCA DEL CALZADO
El calzado debe ser cerrado, sin costuras interiores y ajuste adecuado.
Compre su calzado por la tarde, cuando los pies estén más hinchados. Use los
zapatos nuevos con cuidado hasta que se suavicen. Úselos sólo 1 ó 2 horas al
día en las primeras 1 a 2 semanas. Cuando los zapatos no calzan bien pueden
provocarle una ampolla.
Antes de ponerse los zapatos, sacúdalos y revíselos por dentro.
Recuerde: toque el interior de los mismos y asegúrese de que no tengan bordes
cortantes u objetos que puedan lastimarle los pies como piedras o costuras. Es
posible que no sienta una piedra en el zapato, por lo tanto sacúdalos antes de
ponérselos.
CUIDADOS DE LOS PIES
Beba mucho líquido, como agua, para que la piel esté húmeda y sana.
Revise sus pies diariamente.
Asegúrese de que no tengan
heridas, ampollas, grietas, enrojecimiento, coloración morada o negra,
hinchazón o problemas de uñas. Recuerde revisar ENTRE los dedos. Si no puede
verse la planta de los pies, utilice un espejo. Si su vista no es buena, pida a
otra persona que le revise los pies.
Lavado de los pies.
Utilice agua tibia (NUNCA CALIENTE). Pruebe la temperatura del agua con
el codo antes de introducir los pies. Lávelos utilizando una toalla suave o una
esponja. Use jabón no irritante. Séquelos sin frotar, dejando que la toalla
absorba el agua.
Humecte los pies
evitando la zona entre los dedos. Utilice una crema hidratante
diariamente para evitar que la piel se reseque y cause comezón. NO aplique
crema hidratante entre los dedos; esto podría causar una infección por hongos.
Nunca se corte los callos ni las callosidades.
Corte las uñas con cuidado. Córtelas en forma recta y despunte las
esquinas cuando estén blandas después del baño. No las recorte demasiado ya que
eso podría causar que la uña se encarne. Si tiene problemas de vista o no
alcanza sus pies, debe acudir a un podólogo calificado. Su doctor debe revisar
las uñas en cada consulta.
Use medias o calcetines adecuados, limpios y secos.
Cámbielas todos los días. Evite las medias con elásticos apretados, ya
que reducen la circulación. No use medias gruesas o abultadas (no se ajustan
bien y pueden irritar la piel).
Use medias en la cama.
Si se le enfrían los pies durante la noche, use medias. NUNCA use
almohadillas eléctricas o bolsas de agua caliente.
Mantenga los pies secos y abrigados.
No remoje los pies. En invierno
use medias y zapatos abrigados.
Nunca camine descalzo.
¡Ni siquiera en casa! Siempre
use zapatos o pantuflas. Podría pisar algo que lo lastime o corte.
Controle su diabetes. Mantenga bajo control sus niveles de azúcar en la
sangre.
No fume. El fumar reduce la circulación de la sangre en y hacia los
pies.
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