Sé que este post puede resultar muy largo para un blog, pero debido a la importante y completa información que encontré en la web de "grasas hidrogenadas" sobre las llamadas grasas trans, tipo de grasa que estamos acostumbrados
a comer y que la mayoría de la gente no sabe lo perjudicial que puede ser,es que me animé a postearla por completo y en una sola entrega.
Espero que les sea de utilidad.
Clasificación de las grasas
Las grasas pueden clasificarse en tres grupos: grasa saturada, grasa hidrogenada y grasa insaturada. Estos términos se refieren a la estructura de las moléculas que las forman. Las dos primeras son sólidas a temperatura ambiente y la tercera es líquida en las mismas condiciones. Las grasas saturadas y las hidrogenadas se deben ubicar dentro de las grasas perjudiciales, dado que su consumo aumenta el colesterol en la sangre. Los alimentos de origen animal de sangre caliente (salvo mamíferos marinos y animales que habitan en climas extremadamente fríos), y los productos lácteos como quesos y mantequilla, son las principales fuentes de ácidos grasos saturados. También se pueden encontrar en productos vegetales como la crema de cacao, aceite de palma, cacahuate y coco. Se debe tener presente que existen gran cantidad de alimentos de consumo masivo que no poseen colesterol en su composición, pero sí grasa hidrogenada, cuyo efecto final es el aumento del colesterol en la sangre.
El aceite de palma es saturado hasta en un 50%, su composición en promedio es:
* 40-48% ácidos grasos saturados (principalmente palmítico)
* 37-46% ácidos grasos monoinstaurados (principalmente oleico)
* 10% ácidos grasos poliinsaturados.
El aceite de coco es un aceite vegetal conocido también como mantequilla de coco. Es una substancia grasa que contiene cerca del 90% de ácidos saturados extraídos mediante prensado de la pulpa o la carne de los cocos.
Las grasas saturadas se emplean básicamente como fuente de energía, el problema es que tienen la tendencia a agruparse y pegarse, depositándose en las células, órganos y arterias en forma de colesterol (LDL), provocando serios problemas de salud (cardiovasculares).
Por lo tanto hay dos grasas que obstruyen las arterias, las saturadas y las hidrogenadas, pero el problema es que mucha gente desconoce que las grasas hidrogenadas a pesar de ser de origen vegetal, actúan como las saturadas y las ingiere de forma masiva gracias a enormes campañas publicitarias de sus deliciosos productos en los que se crea una conciencia global de que comer de esa forma es normal.
¿Qué son las grasas trans o hidrogenadas?
Imaginaos que somos un fabricante de alimentos y queremos crear unos bollitos de lo que sea. Estos bollitos llevarán algún tipo de grasa (por ejemplo, aceite de girasol) pero, ¿cómo es el aceite de girasol a temperatura ambiente?: Líquido. ¿Y a qué nos llevará uilizar una grasa líquida? Pues a que, una vez creado dicho bollito, se quedará totalmente impregnado (por no decir flotando) en aceite ... y sobra decir que el aspecto que tendrá este bollito no será muy apetecible, luego no se venderá demasiado.
Para solucionar este problema, los fabricantes ponen el aceite vegetal a una temperatura muy alta para después inyectarles hidrógeno. Este hidrógeno hace que el aceite se vuelva sólido a temperatura ambiente y, por lo tanto, el bollito que antes estaba flotando ahora está compacto y más apetecible para los ojos. Esta composición de aceite vegetal (y más ingredientes) e hidrógeno se llama margarina.
Los ácidos grasos poliinsaturados de estos aceites vegetales cambian su estructura natural, llamada cis, por una artificial de tipo trans.
De esta manera, las grasas insaturadas se convierten en saturadas por la hidrogenación. Por lo tanto, la composición y la estructura de las grasas del aceite que se anuncia como 100% vegetal acaba teniendo poco que ver con las de un aceite vegetal natural, ya que las grasas hidrogenadas no existen en la naturaleza.
Los fabricantes emplean este tipo de grasas por su bajo costo y porque los productos elaborados con grasas hidrogenadas pueden permanecer durante más tiempo en las estanterías de los supermercados ya que estas grasas tardan más tiempo en enranciarse.
También algunos tratamientos domésticos, como la fritura, pueden acabar transformando los ácidos grasos en trans. Una fritura mal realizada acaba por oxidar y descomponer el aceite, modificando su estructura. Por eso se recomienda el uso de aceite de oliva virgen, no superar nunca los 180º C y no reutilizar el aceite más de tres veces.
¿Por que son perjudiciales?
A pesar de su origen vegetal, debido al tratamiento físico-químico que han sufrido, las grasas hidrogenadas se comportan en nuestro organismo como la grasa saturada, es decir, como "grasa mala", cuyo exceso contribuye a aumentar los niveles de colesterol sanguíneo, y además crea un isómero "trans" que es una estructura ajena a nuestro organismo.
Las grasas trans hacen reducir el colesterol "bueno" (HDL) y elevan el "malo" (LDL), aumentando el riesgo de arteriosclerosis. Todo ello sin que el consumidor final se entere, confiado en la seguridad que le brinda la etiqueta de 100% vegetal.
Pero el colesterol no es el único afectado por la presencia de las grasas trans. Los ácidos grasos de tipo trans pueden inhibir algunas transformaciones de otros ácidos grasos esenciales, retrasando el crecimiento y la maduración del cerebro. Y es que las grasas son una parte esencial de las membranas celulares del organismo, y la presencia de grasas trans en lugar de cis puede llevar al organismo a construir hormonas y paredes celulares defectuosas.
Estudios realizados en Estados Unidos sobre el efecto de estas grasas, revelan por ejemplo, que el riesgo de sufrir enfermedades coronarias es un 66% mayor entre consumidores habituales de margarina hidrogenada que entre quienes no la consumen. Los últimos estudios sobre los efectos de las grasas trans en el ser humano revelan que afectan tanto a los adultos como a niños e incluso a los embriones y fetos antes de nacer. La preocupación por su efecto crece día a día, y se están tomando medidas legales para incluir de forma obligatoria en el etiquetado de alimentos la presencia de las grasas trans. Nueva York ciudad se convirtió en la primera en EE.UU. en prohibir la grasa vegetal hidrogenada en los restaurantes, pizzerías y panaderías a partir del 1 de julio del 2007. Y desde el 1 de julio de 2008 los establecimientos de servicio de comidas de esta ciudad no pueden almacenar, usar o servir ningún alimento que contenga aceites, mantecas o margarinas vegetales parcialmente hidrogenados con 0,5 gramos o más de grasas trans por porción.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. A pesar de este dato, las civilizaciones industrialmente desarrolladas en vez de intentar disminuir las causas de esta terrible estadística, las aumenta con una dieta orientada al consumismo rápido de mala calidad y al placer. La tendencia a cambiar la dieta está teniendo que salir de los propios consumidores, y los proveedores están empezando a cambiar los ingredientes de los productos, cuando lo sensato es que fueran primero los gobiernos los que incitaran a ese cambio, pero una vez más, el dinero está por delante de la salud. Hacer el gran cambio cuesta modificar empresas, costumbres, contratos, pero es un cambio necesario.
Además, el cultivo de la palma de aceite está asociado a graves problemas sociales y ambientales, que no son causados por el árbol en sí mismo, sino por el modo en el que está siendo implantado. En este sentido, el boom del aceite de palma a gran escala a nivel mundial tiene serias repercusiones sobre los bosques tropicales, sus habitantes y su biodiversidad. Efectos tales como: la tala de bosques, envenenamiento de suelos, agua y aire por medio de venenos agrícolas, así como conflictos de tierra y empobrecimiento de las poblaciones afectadas son algunas de las consecuencias. Las plantaciones de palma también afectan a la tierra provocando una sequía excesiva.
Entre otros usos, el aceite de palma, al igual la caña de azúcar o la soja, sirve para la producción de biocombustible. Por ello, muchas empresas están extendiendo sus plantaciones de palma, afectando a comunidades locales que denuncian invasión de sus tierras, daños al medio ambiente y violaciones de los derechos humanos que incluyen asesinatos, desapariciones, torturas y desplazamiento forzado.
Las plantaciones de palma aceitera se están implantando principalmente en las regiones tropicales. En las últimas décadas se produjeron gigantescos incendios forestales en Indonesia, causados por grandes empresas palmicultoras, que prefirieron quemar extensas áreas antes que utilizar tierras ya destinadas a la agricultura. Las plantaciones de palma aceitera se expanden a expensas de las selvas y territorios de poblaciones indígenas y otras comunidades tradicionales de Colombia, Ecuador y otros países, crecientemente orientados a la producción de biodiésel.
Solucion: Leer la etiqueta de los alimentos para descartarlos
Habría que reducir al mínimo y si es posible eliminar de la lista de la compra los productos en los que en los ingredientes viene "grasa vegetal", "grasas hidrogenadas" o "grasas parcialmente hidrogenadas" y optar por los que especifican si usan aceite de girasol o de oliva. Afortunadamente cada vez son más los produtos que llevan esa tranquilizadora especificación (como las bolsas de Risi, las patatas fritas Vidal o las Lays hechas con aceite de oliva, aunque incomprensiblemente no hacen lo mismo con todas las variedades).
Hay produtos que presumen de sanos como la mayonesa light o alguna margarina, y luego en los ingredientes puedes leer "grasas hidrogenadas".
Mientras una legislación llega a España, la única solución es disminuir voluntariamente el consumo de este tipo de grasas.
Fuente: grasashidrogenadas.es
A pesar de su origen vegetal, debido al tratamiento físico-químico que han sufrido, las grasas hidrogenadas se comportan en nuestro organismo como la grasa saturada, es decir, como "grasa mala", cuyo exceso contribuye a aumentar los niveles de colesterol sanguíneo, y además crea un isómero "trans" que es una estructura ajena a nuestro organismo.
Las grasas trans hacen reducir el colesterol "bueno" (HDL) y elevan el "malo" (LDL), aumentando el riesgo de arteriosclerosis. Todo ello sin que el consumidor final se entere, confiado en la seguridad que le brinda la etiqueta de 100% vegetal.
Pero el colesterol no es el único afectado por la presencia de las grasas trans. Los ácidos grasos de tipo trans pueden inhibir algunas transformaciones de otros ácidos grasos esenciales, retrasando el crecimiento y la maduración del cerebro. Y es que las grasas son una parte esencial de las membranas celulares del organismo, y la presencia de grasas trans en lugar de cis puede llevar al organismo a construir hormonas y paredes celulares defectuosas.
Estudios realizados en Estados Unidos sobre el efecto de estas grasas, revelan por ejemplo, que el riesgo de sufrir enfermedades coronarias es un 66% mayor entre consumidores habituales de margarina hidrogenada que entre quienes no la consumen. Los últimos estudios sobre los efectos de las grasas trans en el ser humano revelan que afectan tanto a los adultos como a niños e incluso a los embriones y fetos antes de nacer. La preocupación por su efecto crece día a día, y se están tomando medidas legales para incluir de forma obligatoria en el etiquetado de alimentos la presencia de las grasas trans. Nueva York ciudad se convirtió en la primera en EE.UU. en prohibir la grasa vegetal hidrogenada en los restaurantes, pizzerías y panaderías a partir del 1 de julio del 2007. Y desde el 1 de julio de 2008 los establecimientos de servicio de comidas de esta ciudad no pueden almacenar, usar o servir ningún alimento que contenga aceites, mantecas o margarinas vegetales parcialmente hidrogenados con 0,5 gramos o más de grasas trans por porción.
Las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte en el mundo. A pesar de este dato, las civilizaciones industrialmente desarrolladas en vez de intentar disminuir las causas de esta terrible estadística, las aumenta con una dieta orientada al consumismo rápido de mala calidad y al placer. La tendencia a cambiar la dieta está teniendo que salir de los propios consumidores, y los proveedores están empezando a cambiar los ingredientes de los productos, cuando lo sensato es que fueran primero los gobiernos los que incitaran a ese cambio, pero una vez más, el dinero está por delante de la salud. Hacer el gran cambio cuesta modificar empresas, costumbres, contratos, pero es un cambio necesario.
Además, el cultivo de la palma de aceite está asociado a graves problemas sociales y ambientales, que no son causados por el árbol en sí mismo, sino por el modo en el que está siendo implantado. En este sentido, el boom del aceite de palma a gran escala a nivel mundial tiene serias repercusiones sobre los bosques tropicales, sus habitantes y su biodiversidad. Efectos tales como: la tala de bosques, envenenamiento de suelos, agua y aire por medio de venenos agrícolas, así como conflictos de tierra y empobrecimiento de las poblaciones afectadas son algunas de las consecuencias. Las plantaciones de palma también afectan a la tierra provocando una sequía excesiva.
Entre otros usos, el aceite de palma, al igual la caña de azúcar o la soja, sirve para la producción de biocombustible. Por ello, muchas empresas están extendiendo sus plantaciones de palma, afectando a comunidades locales que denuncian invasión de sus tierras, daños al medio ambiente y violaciones de los derechos humanos que incluyen asesinatos, desapariciones, torturas y desplazamiento forzado.
Las plantaciones de palma aceitera se están implantando principalmente en las regiones tropicales. En las últimas décadas se produjeron gigantescos incendios forestales en Indonesia, causados por grandes empresas palmicultoras, que prefirieron quemar extensas áreas antes que utilizar tierras ya destinadas a la agricultura. Las plantaciones de palma aceitera se expanden a expensas de las selvas y territorios de poblaciones indígenas y otras comunidades tradicionales de Colombia, Ecuador y otros países, crecientemente orientados a la producción de biodiésel.
Solucion: Leer la etiqueta de los alimentos para descartarlos
Habría que reducir al mínimo y si es posible eliminar de la lista de la compra los productos en los que en los ingredientes viene "grasa vegetal", "grasas hidrogenadas" o "grasas parcialmente hidrogenadas" y optar por los que especifican si usan aceite de girasol o de oliva. Afortunadamente cada vez son más los produtos que llevan esa tranquilizadora especificación (como las bolsas de Risi, las patatas fritas Vidal o las Lays hechas con aceite de oliva, aunque incomprensiblemente no hacen lo mismo con todas las variedades).
Hay produtos que presumen de sanos como la mayonesa light o alguna margarina, y luego en los ingredientes puedes leer "grasas hidrogenadas".
Mientras una legislación llega a España, la única solución es disminuir voluntariamente el consumo de este tipo de grasas.
¿En que alimentos se encuentran las grasas hidrogenadas?
Se encuentran principalmente en los alimentados elaborados industrialmente con aceites vegetales hidrogenados. Por otro lado, resultan tambien muy perjudiciales los productos elaborados con aceites o grasas vegetales que no especifican su procedencia, ya que suelen ser de palma o de coco. Los científicos no han determinado aún cual es una cantidad razonable de grasas trans para una alimentación sana, por lo cual las etiquetas sólo indican la cantidad de grasas trans por porción y no el porcentaje de la cantidad diaria recomendada. Los médicos y dietistas concuerdan en que es preciso limitar el consumo de grasas trans lo más posible.
A continuación se indican algunos productos en concreto que usan grasas hidrogenadas:
Muchos productos de bollería industrial, siendo de la marca Panrico los siguientes productos: Dónuts, Donettes, Bollycao, Phoskitos y la marca Que, y de la marca Bimbo: Pantera Rosa, Tigretón, Bony y la Rosquilla de los Simpson
Galletas: Oreo, Príncipe de Beckelar, Artinata de Artiach y el surtido Cuétara sabor (con el agravante de que muestran el dibujo de un corazón en el que pone "con oleosan cuidado natural")
Nocilla y Bocawa
Caramelos Mentos y Sugus
M&M's
Algunos turrones de varias marcas, entre los que están algunas variedades de Lacasa
Pastillas de caldo de algunas marcas, como los cubitos de pollo de Maggi
Algunas margarinas, dependiendo de la marca (no así las margarinas de nueva generación como la de la marca Flora Pro.activ que reduce el colesterol malo)
Lasañas, canelones y otros precocinados, dependiendo de la marca, por ejemplo los Medallones de Espinacas de Frudesa
Algunos productos en los que los ingredientes viene margarina (no se puede comprobar por que no especifican la marca de la margarina)
Frituras de algunas franquicias de burguers* o pizzerias
Huesitos
Tortitas Choco de la marca Luque
Tiras de regaliz Damel
Crema de cacahuete Capitán Maní (otro caso de publicidad engañosa ya que se anuncian en el bote sin colesterol e ideal para niños)
Picos de pan de la marca Dia
Cereales Jumblies de la marca Auchán (no lo especifica en los ingredientes en español, pero sí en portugués)
Pizzas de la marca Carrefour
* En España los restaurantes Mcdonalds utilizan en la actualidad una mezcla de un 20% de aceite de girasol y un 80% de aceite de girasol alto oleico para la fritura de patatas y productos de pollo. Esto es algo nuevo motivado por la respuesta de la sociedad (incluidas las demandas) y por el documental Super Size me en el que un hombre muestra los efectos de comer en McDonalds durante un mes. Ahora van de sanos (como quieren mostrar en su página web), después de obstruir las arterias de millones de personas durante décadas con una mezcla aceites y de grasas vegetales hidrogenadas. Si realmente les importara la salud del consumidor, en relación con las grasas hidrogenadas, retirarían las galletas Oreo, la Nocilla y las tartas de sus restaurantes, por lo que se puede deducir que su nueva actitud es comercial y para dar una apariencia. Por otro lado, en un menú están presentes más de 40 sustancias de aditivos, colorantes y aromas. Ni las manzanas se salvan, ya que como vienen cortadas necesitan E-302 para no oxidarse y con ella se incluye una tarrina de nocilla. Para más información sobre los ingredientes que utiliza McDonalds, se pueden ver en un cartel informativo que tiene cada restaurante. Por otro lado Burger King se está resistiendo también a eliminar estas grasas a pesar de las demandas, mientras que KFC está en camino, al igual que Dunkin Dónuts.
La lista de productos que incluyen "grasa vegetal" es enorme. Al no aclarar el origen de esa grasa, muchas marcas esconden aceites o grasas de palma o de coco. Algunos de estos productos son:
Mayonesa de bote
Patatas fritas Ruffles y Lays, entre otras, excepto las que incluyen la etiqueta 100% aceite de girasol o de oliva
Frutos secos fritos que no especifican el aceite utilizado
Los productos fritos en general de los que desconocemos el origen del aceite utilizado en la fritura, ya sean precocinados o de restaurantes
Casi todas las golosinas
La mayoría de productos de la marca Nestlé: Kit Kat,Crunch, cereales, Nesquik
Snacks dulces como Twix, Lyon, Snickers o Maltesers
Helados
Nutella
Quesitos
Galletas industriales ya sean dulces o saladas, como Chips Ahoy
Paninis y pizzas industriales
Pan de molde Panrico
Puede ser dificil no comer a diario estas grasas, sobre todo por que están en productos que saben especialmente bien, pero se puede reducir considerablemente su consumo comparado con los atracones que solemos darnos sin saber el peligro de lo que comemos.
El modelo de alimentación en el mundo es un drama que incluye antibióticos, hormonas, tranquilizantes, billones de animales maltradados y sacrificados al año, transgénicos, sobreexplotación de la tierra, pesticidas, contaminantes, aditivos, conservantes, colorantes, sobrealimentación, hambruna y publicidad engañosa. Es un modelo en el que priman los beneficios económicos sobre la salud y la ética.
En el primer mundo la mayoría de la gente no come lo que quiere sino lo que nos da este modelo, haciéndonos creer que eso es lo que queremos: comida industrializada. Mientras, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares son la verdadera pandemia de este planeta a pesar de lo que diga la OMS. Este artículo trata de las grasas hidrogenadas, pero no es menos importante reducir en la medida de lo posible los productos de origen animal (los pescados también incluyen numerosos tóxicos), los que tengan aditivos, conservantes, colorantes, y fomentar el consumo de productos biológicos.
Se encuentran principalmente en los alimentados elaborados industrialmente con aceites vegetales hidrogenados. Por otro lado, resultan tambien muy perjudiciales los productos elaborados con aceites o grasas vegetales que no especifican su procedencia, ya que suelen ser de palma o de coco. Los científicos no han determinado aún cual es una cantidad razonable de grasas trans para una alimentación sana, por lo cual las etiquetas sólo indican la cantidad de grasas trans por porción y no el porcentaje de la cantidad diaria recomendada. Los médicos y dietistas concuerdan en que es preciso limitar el consumo de grasas trans lo más posible.
A continuación se indican algunos productos en concreto que usan grasas hidrogenadas:
Muchos productos de bollería industrial, siendo de la marca Panrico los siguientes productos: Dónuts, Donettes, Bollycao, Phoskitos y la marca Que, y de la marca Bimbo: Pantera Rosa, Tigretón, Bony y la Rosquilla de los Simpson
Galletas: Oreo, Príncipe de Beckelar, Artinata de Artiach y el surtido Cuétara sabor (con el agravante de que muestran el dibujo de un corazón en el que pone "con oleosan cuidado natural")
Nocilla y Bocawa
Caramelos Mentos y Sugus
M&M's
Algunos turrones de varias marcas, entre los que están algunas variedades de Lacasa
Pastillas de caldo de algunas marcas, como los cubitos de pollo de Maggi
Algunas margarinas, dependiendo de la marca (no así las margarinas de nueva generación como la de la marca Flora Pro.activ que reduce el colesterol malo)
Lasañas, canelones y otros precocinados, dependiendo de la marca, por ejemplo los Medallones de Espinacas de Frudesa
Algunos productos en los que los ingredientes viene margarina (no se puede comprobar por que no especifican la marca de la margarina)
Frituras de algunas franquicias de burguers* o pizzerias
Huesitos
Tortitas Choco de la marca Luque
Tiras de regaliz Damel
Crema de cacahuete Capitán Maní (otro caso de publicidad engañosa ya que se anuncian en el bote sin colesterol e ideal para niños)
Picos de pan de la marca Dia
Cereales Jumblies de la marca Auchán (no lo especifica en los ingredientes en español, pero sí en portugués)
Pizzas de la marca Carrefour
* En España los restaurantes Mcdonalds utilizan en la actualidad una mezcla de un 20% de aceite de girasol y un 80% de aceite de girasol alto oleico para la fritura de patatas y productos de pollo. Esto es algo nuevo motivado por la respuesta de la sociedad (incluidas las demandas) y por el documental Super Size me en el que un hombre muestra los efectos de comer en McDonalds durante un mes. Ahora van de sanos (como quieren mostrar en su página web), después de obstruir las arterias de millones de personas durante décadas con una mezcla aceites y de grasas vegetales hidrogenadas. Si realmente les importara la salud del consumidor, en relación con las grasas hidrogenadas, retirarían las galletas Oreo, la Nocilla y las tartas de sus restaurantes, por lo que se puede deducir que su nueva actitud es comercial y para dar una apariencia. Por otro lado, en un menú están presentes más de 40 sustancias de aditivos, colorantes y aromas. Ni las manzanas se salvan, ya que como vienen cortadas necesitan E-302 para no oxidarse y con ella se incluye una tarrina de nocilla. Para más información sobre los ingredientes que utiliza McDonalds, se pueden ver en un cartel informativo que tiene cada restaurante. Por otro lado Burger King se está resistiendo también a eliminar estas grasas a pesar de las demandas, mientras que KFC está en camino, al igual que Dunkin Dónuts.
La lista de productos que incluyen "grasa vegetal" es enorme. Al no aclarar el origen de esa grasa, muchas marcas esconden aceites o grasas de palma o de coco. Algunos de estos productos son:
Mayonesa de bote
Patatas fritas Ruffles y Lays, entre otras, excepto las que incluyen la etiqueta 100% aceite de girasol o de oliva
Frutos secos fritos que no especifican el aceite utilizado
Los productos fritos en general de los que desconocemos el origen del aceite utilizado en la fritura, ya sean precocinados o de restaurantes
Casi todas las golosinas
La mayoría de productos de la marca Nestlé: Kit Kat,Crunch, cereales, Nesquik
Snacks dulces como Twix, Lyon, Snickers o Maltesers
Helados
Nutella
Quesitos
Galletas industriales ya sean dulces o saladas, como Chips Ahoy
Paninis y pizzas industriales
Pan de molde Panrico
Puede ser dificil no comer a diario estas grasas, sobre todo por que están en productos que saben especialmente bien, pero se puede reducir considerablemente su consumo comparado con los atracones que solemos darnos sin saber el peligro de lo que comemos.
El modelo de alimentación en el mundo es un drama que incluye antibióticos, hormonas, tranquilizantes, billones de animales maltradados y sacrificados al año, transgénicos, sobreexplotación de la tierra, pesticidas, contaminantes, aditivos, conservantes, colorantes, sobrealimentación, hambruna y publicidad engañosa. Es un modelo en el que priman los beneficios económicos sobre la salud y la ética.
En el primer mundo la mayoría de la gente no come lo que quiere sino lo que nos da este modelo, haciéndonos creer que eso es lo que queremos: comida industrializada. Mientras, el cáncer y las enfermedades cardiovasculares son la verdadera pandemia de este planeta a pesar de lo que diga la OMS. Este artículo trata de las grasas hidrogenadas, pero no es menos importante reducir en la medida de lo posible los productos de origen animal (los pescados también incluyen numerosos tóxicos), los que tengan aditivos, conservantes, colorantes, y fomentar el consumo de productos biológicos.
Fuente: grasashidrogenadas.es