Ya se, ya se, muchos han de decir… ‘Esta ya viene con otra historia medio fumada’, pero no. Ahora les vengo a hablar y a titulo personal, de lo que es que te rechacen de un empleo por ser gordito (a).
No se si recuerden en mi historia publicada aqui en esta dirección http://duragordura.blogspot.com/2007/04/hola-antes-que-nada-quiero-agradecer-la.html mencioné que yo no podía estar sin hacer nada y en una de esas fue que decidí a buscar empleo, en lo que mejor se hacer. Capturista. O algo relacionado.
Un día lunes decidí ir temprano a comprar el Periódico o Diario y me fui directamente a los clasificados y estuve viendo cuales eran los empleos disponibles y de acuerdo a mis necesidades. Entonces fue que encontré disponibilidad en un despacho contable.
Y yo muy fresca y vestida propiamente de acuerdo a la entrevista me presenté en la dirección y al llegar me recibió el contador. Me pide que me siente y empezamos a platicar las razones de el por que elegirlos a ellos y todo muy padre, me preguntaba de mi grados de estudios y todo iba bien. Excelente diría yo, y me dice, señorita le haré algunas preguntas con las cuales decidiremos con las respuestas de las mismas, si usted se queda o se va. A lo que acepte de inmediato
En sí las preguntas eran mas de respuesta practica que teórica, como por ejemplo desde el hecho de encender la computadora, el saber manejar los problemas a excepción de lo que es ASPEL.
Me hizo preguntas de office, sus programas y a todo respondí bien y sin titubear, inclusive me dictó algunos asientos contables. Todo, todo, todo iba tan bien, hasta que se queda sentado en la silla y me dice… todo lo que respondiste estuvo muy bien, se nota que si sabes… Pero (oh ese pero era lo peor que podía escuchar en muuuuuuuuchos años atrás. Me dice el contador. Nosotros andamos buscando a una persona capaz, pero, con mejor presentación. Ay weeeeey en ese momento sentí que los pelos me los restiraron y los dejaron. Y con una sonrisa en el rostro me Salí y le di las gracias por hacerme perder mi tiempo.
Siempre suya, Veruti Torres